Zacatecas, Zac., 12 de diciembre. La Universidad Autónoma de Zacatecas comenzó la restauración integral del principal inmueble que posee con carácter cultural: el teatro Fernando Calderón, ubicado en el corazón de la ciudad de Zacatecas.

El edificio centenario fue construido en pleno auge del porfiriato, a principios de 1891 y concluido e inaugurado el 16 de mayo de 1897. Su nombre hace honor al literato, poeta y militar liberal de origen jalisciense que radicó y murió en esta tierra.

Se ubica sobre la avenida Hidalgo, entre los callejones de La Caja y El Santero, apenas a 150 metros de la catedral basílica de Zacatecas, y a unos 200 metros de la Plaza de Armas y de los palacios de Gobierno y de Justicia. Frente a él está la plaza Francisco Goitia.

Este teatro se erigió sobre los escombros del antiguo Teatro de la Ciudad, –construido en 1832–, el cual se incendió y quedó totalmente arruinado el 3 de octubre de 1889, justo cuando se preparaba la función de un Circo de Animales Sabios, del empresario italiano Felipe Salvini.

Los planos y proyectos del nuevo inmueble fueron elaborados por el arquitecto estadunidense Geo E. King, y su costo fue de 230 mil pesos-oro, con los cuales se construyó el entonces moderno teatro con lunetas, plateas, palcos primeros y segundos, y una galería.

Desde 1962, el gobierno de Zacatecas lo cedió para su administración y operación total al entonces Instituto de Ciencias Autónomo de Zacatecas, que seis años más tarde, en 1968, se transformó en lo que hoy es la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).

Con el respaldo y la asesoría del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), mediante la dirección de Sitios y Monumentos Históricos, así como del Instituto Nacional de Antropología Historia y de la misma UAZ, se inició la remodelación total del inmueble, la cual se estima tendrá un costo aproximado de 50 millones de pesos y que deberá estar concluida en agosto de 2010, para los festejos del bicentenario de la Independencia.

Historia escénica

En los archivos del gobierno de Zacatecas y de la UAZ se asentaron diversos actos teatrales y culturales que tuvieron impacto social y económico en la vida de esta ciudad.

Por ejemplo, en mayo de 1857 se señala que llegó al teatro “una excelente compañía de ópera de la cual formaban parte como primerísimas figuras la soprano Manzini y el tenor Bellini.

“Las facultades artísticas de este grupo las pudo admirar el público durante las presentaciones de obras como Nabucodonosor y Lucía y El trovador, que tuvieron una temporada con gran éxito artístico y económico.”

Luego, este teatro calló en un breve letargo, debido a la guerra de Reforma por la cual atravesaba el país.

Fue hasta 1866 cuando otra escenificación de renombre llegó al lugar. El 31 de julio de ese año se presentó “la máxima figura de la ópera mexicana, Ángela Peralta, El Ruiseñor Mexicano”, con una temporada que se recuerda de éxito grandioso.

Además de Ángela Peralta, integraban el elenco de la Compañía Italiana de Ópera artistas de la talla de las primeras sopranos Isabel de Alba y Matilde Plodewska, así como el tenor Tembessi, todos, bajo la dirección de Napoleón Blachi.

Durante todo agosto de 1866 esta compañía puso en escena las óperas Sonámbula, de Bellini; Lucía de Lamermour, de Donizetti; El trovador y La traviata de Verdi, así como El barbero de Sevilla, de Rossini.

Debido al éxito y a la aceptación que tuvo en esta ciudad, la misma compañía italiana con Ángela Peralta regresó al mismo escenario en 1873 y en 1880; además, en esta última fecha con la obra Carnaval de Venecia, de Paganini.

Aspecto de los trabajos de rehabiitaciónFoto Alfredo Valadez

Otros artistas que se recuerdan en la primera época de este teatro fueron las italianas Margarita y Elisa Castella (quienes murieron ahogadas en un balneario cercano a la ciudad, después de una de sus presentaciones). De igual forma se recuerda en los archivos del teatro la presentación en 1874 del niño Romeo Dionesi, de apenas siete años de edad.

Luego ocurrió el incendio del inmueble en 1889, previo a la presentación del Circo de Animales Sabios, en el que 48 de los 50 animales que iban a presentarse murieron calcinados. Este incidente dio paso a la construcción del nuevo teatro, en el mismo lugar.

Restauración total

El arquitecto Antonio Rocamontes Morales, uno de los encargados de las restauración integral del teatro Fernando Calderón, explicó a La Jornada, en términos generales, en qué consisten los trabajos de remodelación y cuál será su costo.

En esta rehabilitación indicó, los recursos que se invertirán –la mayor parte canalizados por el gobierno federal–, son bastante significativos, por un monto estimado en 50 millones de pesos.

De hecho, indicó el funcionario universitario, los alcances del proyecto de intervención y los recursos que en él se invertirán, son el resultado de un estudio previo, un proyecto que separó en dos la remodelación: la primera, respecto de lo que se considera la arquitectura teatral, y la segunda, que comprende la mecánica teatral.

Para el primer punto, indicó Rocamontes Morales, se han invertido más de 5 millones de pesos en la restauración de fachadas, vestíbulos, escaleras, baños, todo lo que está fuera de la escena.

Estos trabajos incluyen además impermeabilización, arreglo de techumbres y la rehabilitación total de los salones de danza y del foyer del teatro.

En el caso de la reparación de vestíbulo, indicó, se considera además la reparación de la sala general del teatro, donde ya se han retirado todas las butacas y se está en la preparación para la sustitución de sus pisos de madera.

Para el caso del vestíbulo –acceso principal del inmueble, con cuatro puertas generales–, se va a colocar en su piso mármol de primera, de una pulgada de grosor, y en la sala se colocará duela de madera de encino americano, al igual que en las salas de danza.

Respecto de la mecánica teatral, el CNCA presentó el proyecto ejecutivo, por 25 millones de pesos, y en las tareas de esta área trabajarán especialistas del Instituto Nacional de Bellas Artes en el ramo.

Antonio Rocamontes señaló que todos los trabajos se estarán revisando periódicamente por un equipo multidisciplinario, perteneciente a las distintas instituciones que participan en el proyecto.

De hecho, se espera que en enero próximo se inicien ya los trabajos del área de la Mecánica Teatral, y se concluirán dijo, las partes de la arquitectura.

Rocamontes aclaró que en una restauración “no se va a transformar el espacio, no se modificará su estética ni su estilo, sino que se dará funcionalidad a algunas áreas y se renovarán todas las partes dañadas con materiales de calidad.

El compromiso es que este teatro esté restaurado al ciento por ciento para los festejos del centenario de la Revolución y del bicentenario de la Independencia, esto es, para agosto de 2010, sino es que para antes, finalizó.