El empresario Carlos Slim aseguró que para 2010 hará importantes inversiones en telefonía fija, aun cuando el gobierno federal no acceda a cambiarle el título de concesión a la compañía Teléfonos de México (Telmex), como ha demandado en los últimos años.

Sin precisar el monto del capital a invertir, ni el porcentaje en que se incrementará respecto al realizado en 2009, el presidente del Grupo Carso aseguró que se tiene planes para reforzar los nuevos servicios de banda ancha así como de seguir su compromiso de digitalizar la educación y facilitar su acceso, pero acotó que será más adelante cuando se den a conocer los planes correspondientes.

Por otro lado aseveró que continuará invirtiendo en Brasil ya que los servicios satelitales permiten una participación de hasta el cien por ciento de capital extranjero.

Slim Helú fue entrevistado anoche luego de inaugurar la amplación de una residencia para adultos mayores en el Centro Libanés, en la delegación Alvaro Obregón, a la que acudió también el embajador de Líbano, Nouhad Nahmoud.

Al empresario se le preguntó su opinión acerca del llamado a la conciliación que hizo el presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, Héctor Osuna, pero sólo respondió que desconocía dicha información.

En cambio, consideró favorable los cambios que hizo el presidente Felipe Calderón en la secretarías de Hacienda y Desarrollo Social, así como la propuesta que envió al Senado de la República para que Agustín Carstens se convierta en el nuevo gobernador del Banco de México.

Los cambios, dijo, son muy acertados pues manifestó que será para el bien del país que las políticas monetarias y económicas vayan por el mismo rumbo.

Señaló que dichas modificaciones en el gabinete muestran la preocupación del gobierno federal para que los programas sociales, económicos y de empleo se encaminen por el mismo rumbo, al tiempo que recordó que el mejor secretario de Hacienda que ha tenido México, Antonio Ortiz Mena, fue antes director del IMSS.

Se mostró confiado de que la economía comience a recuperarse el próximo año, pero sobre todo que los tres años siguientes se alcance un crecimiento sostenido que remonte la caída, la cual consideró como la peor registrada desde la recesión de 1929.