Es una cuestión de presupuesto, aseguró este jueves Eduardo Sojo, presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), respecto de la polémica desatada luego de que el organismo decidió suprimir algunas preguntas en el Censo de Población que levantará en 2010.

Organismos académicos, como la Sociedad Mexicana de Demografía, han señalado que la decisión impedirá recabar información sobre la realidad social del país. Una parte de las preguntas que se eliminarían tienen que ver con la situación económica, pero en cambio se mantienen algunas que recogen preferencias religiosas o de fertilidad, según señalaron especialistas.

Este jueves, Sojo respondió, respecto de este tema, que la decisión de suprimir algunas preguntas tiene que ver exclusivamente con restricciones presupuestales. El Inegi recibió para 2010 un presupuesto menor en mil 370 millones de pesos a lo solicitado.

Dos cuestionarios

El censo, explicó Sojo, se compone normalmente de dos cuestionarios, uno básico y otro ampliado. El primero es sencillo, fácil de aplicar porque se levanta en todas las viviendas del país y es respondido por la persona que abra la puerta, siempre que sea mayor de 15 años. Como la demanda de información es mayor, se aplica junto al básico un cuestionario ampliado, como ocurrió en 2000.

En la propuesta de presupuesto para 2010, el Inegi calculó que el tiempo para aplicar el cuestionario básico sería de 15 minutos y el ampliado de 30 minutos. Pero el gasto autorizado por el Congreso sólo alcanza para que el básico se aplique en 9.5 minutos y el ampliado se mantiene en media hora, explicó.

Al reducir el cuestionario básico entonces el debate es qué preguntas incorporamos en éste y cuáles en el ampliado. El que se incorpore en el ampliado, no quiere decir que no se va a tener información, porque se trata de una muestra muy grande, de 2.7 millones de viviendas que dan información a nivel nacional, estatal, municipal y de localidades de más de 50 mil habitantes, indicó.

De acuerdo con el presidente del Inegi, el debate está en qué preguntas se deben incorporar en el cuestionario base. Así, dijo, un grupo de demógrafos con el que se ha reunido considera que hay cuatro elementos que no deben excluirse: estado civil, migración, actividad económica y fecundidad. Para que se mantengan estos temas, según Sojo, esos especialistas sugieren que se eliminen del cuestionario las preguntas relacionadas con discapacidad, religión, derechohabiencia (afiliada a algún sistema de seguridad social) y analfabetismo.

Este es el debate. Por supuesto que no sólo participan en la discusión los demógrafos, sino también quienes utilizan la información del censo para tomar decisiones, como el Coneval (que evalúa la pobreza), el Fondo Nacional de Población, la Secretaría de Salud, la de Educación Pública y la de Desarrollo Social, señaló.

Aseguró que el Inegi está escuchando las opiniones de ambos grupos. No hay duda de que la información es importante, tanto la que plantean los demógrafos, como la que plantean las dependencias del Ejecutivo federal, y para los dos sectores va a haber información, el tema es cuál incorporamos en el cuestionario básico y cuál en el ampliado.

–¿Qué tipo de información cree que se debe incluir o excluir?

–El Inegi está escuchando y con base en la información que nos presenten, y que estamos analizando, la junta de gobierno definirá. A nosotros nos parece adecuado e importante que exista una pregunta de actividad económica, que es una posición de los demógrafos para tomarse en cuenta. Nos parece además que hay una pregunta que es común a los dos grupos, la relacionada con la migración. Lo demás lo estamos analizando.