Mientras la economía se sumía en la mayor crisis en siete décadas, el gobierno mexicano desaprovechó oportunidades de aplicar acciones para contrarrestar los efectos de la recesión, que se tradujeron en la pérdida de medio millón de empleos y el mayor desplome de la actividad en el continente.

La exigua carga tributaria dificultó la aplicación de medidas fiscales significativas en México este año, que estuvieran orientadas a reducir los efectos de la crisis, aseguró este jueves la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en un reporte anual publicado este jueves. Además, al privilegiar la estabilidad nominal sobre la real, tampoco se aprovechó la posición favorable de la deuda pública para contratar préstamos que habrían facilitado la aplicación de una política anticíclica de mayor impacto sobre el consumo y la inversión, añadió.

El organismo de Naciones Unidas confirmó que México tuvo en 2009 el peor desempeño económico del continente, con una contracción del producto interno bruto (PIB) que estimó en 6.7 por ciento. De acuerdo con las proyecciones del organismo dadas a conocer ayer por la secretaria ejecutiva, Alicia Bárcena, la recuperación que se pueda dar en 2010, con un repunte previsto de 3.5 por ciento, será suficiente sólo para compensar la mitad de lo perdido este año.

La Cepal estimó que en 2010 el PIB de México repuntará 3.5 por ciento, debajo del promedio latinoamericano y caribeño calculado en 4.1 por ciento, y lejos de los líderes en la región: la economía de Brasil, según el organismo, avanzará en 2010 a una tasa anual de 5.5 por ciento, después de un repunte marginal de 0.3 por ciento este año; Uruguay y Perú crecerán 5 por ciento, y Perú, Chilé, Panamá, Bolivia y Argentina lo harán a un ritmo de 4.5 por ciento en cada caso.

El desempeño económico de México en 2010 estará determinado por la mejoría de la actividad en Estados Unidos, el principal destino de las exportaciones manufactureras mexicanas, expuso Bárcena.

Para 2010 se espera que la economía mexicana experimente una etapa de recuperación encabezada por el repunte de Estados Unidos. Será en 2011 cuando podría alcanzarse el nivel de actividad registrado hace tres años, de acuerdo con el Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2009, una publicación anual de la Cepal.

El informe del organismo aseguró que la recesión en que cayó México a partir del último trimestre de 2008 puso de manifiesto las ineficiencias estructurales de la economía, su vulnerabilidad frente a choques externos y la debilidad y escasa capacidad del aparato productivo para recuperarse de los efectos de una perturbación económica adversa, así como del reducido margen de maniobra de la política pública para contrarrestarlos.

Entre una de las expresiones de la crisis en México, la Cepal mencionó que el número de empleos formales, medidos a través de las afiliaciones al Instituto Mexicano del Seguro Social, disminuyó en alrededor de medio millón de personas entre octubre de 2008 y el mismo mes de 2009.

El principal canal de transmisión de la crisis financiera internacional a México se manifestó en las exportaciones que, al representar 35 por ciento del PIB, diseminaron sus efectos con vigor y rapidez en el resto de la economía. El valor de las exportaciones y las importaciones se redujo casi un tercio entre enero y septiembre, además de que la disminución del volumen de petróleo exportado y la caída de los precios internacionales redujeron a la mitad los ingresos por este renglón.

Pérdidas en la región

La crisis de este año provocó en la región una pérdida económica de 250 mil millones de dólares por menores entradas de inversión, remesas y exportaciones, según el documento de la Cepal, en el que se prevé que la economía latinoamerica retroceda 1.8 por ciento este año, para repuntar 4.1 por ciento en el siguiente.

Hasta antes de la crisis de este año, la región había acumulado seis años consecutivos de crecimiento económico, una de las fases de expansión más extendidas en las décadas recientes.

Los motores del crecimiento parece que se están encendiendo, dijo en teleconferencia desde Santiago de Chile, donde se encuentra la sede de la Cepal, Alicia Bárcena, secretaria general del organismo regional. No sabemos si va a durar la gasolina, pero por lo pronto se están encendiendo.

El mes pasado, la Cepal dio a conocer que la crisis aumentó de 180 millones a 189 millones el número de pobres en la región.

Queremos ser cautelosos en los signos, pero lo peor de la crisis puede haber quedado atrás, comentó Bárcena.

Entre los signos positivos citó que el comercio mundial ha comenzado a recuperarse, también ha ocurrido un aumento en la producción industrial, factores ambos que han contribuido a mejorar el precio de algunas materias primas de la región.