La gobernadora general de aquel país fue recibida en sesión solemne en el Senado
Se refirió a las sofisticadas bandas delincuenciales que hacen estragos en ambas naciones
Miércoles 9 de diciembre de 2009, p. 21
Ante el pleno del Senado, la gobernadora general de Canadá, Michaelle Jean, advirtió que su país y México deben formar un frente común para luchar contra la amenaza que representan las sofisticadas redes criminales que siguen extendiendo sus tentáculos en todo el continente
.
Se refirió, de manera concreta, a las bandas dedicadas a la trata de personas, al narcotráfico y la venta ilegal de armas, a la corrupción, el lavado de dinero y la violencia, que hacen estragos en ambos países.
Durante la sesión solemne en que fue recibida, Jean insistió en la necesidad de que México y Canadá establezcan estrategias comunes, ya que, como sobradamente sabemos, nos encontramos en un momento apremiante
.
En perfecto español pronunció su discurso, en el que aludió también a la posibilidad de mejorar muchísimo
la colaboración para diversificar inversiones y actividades comerciales entre ambos países.
El presidente del Senado, Carlos Navarrete, quien castellanizó el nombre de la gobernadora y la llamó Micaela Jean, destacó la amplia trayectoria académica de la visitante y su compromiso personal con las causas de la sociedad civil, la igualdad de género, el combate a las distintas formas de discriminación y la promoción del desarrollo social. Por ello, agregó, sus pronunciamientos tendrán eco.
Más tarde, en una reunión con integrantes de la Cámara de Comercio de Canadá en México y el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, Michaelle Jean, señaló que las decisiones y las prácticas que las empresas canadienses adoptan cuando se establecen en el extranjero, deben ser guiadas por los mismos valores que defendemos dentro de nuestras fronteras
, y no por el afán de lucro, los índices de rendimiento o el éxito a corto plazo.
Cuando se toman decisiones que pueden conllevar la exclusión, la desigualdad, la injusticia y la pobreza, se crea un problema social, cuyo costo es muy elevado y sus consecuencias devastadoras, dijo.
Pidió tener la valentía de reflexionar sobre las consecuencias de las decisiones que se toman y replantear las formas de hacer las cosas, teniendo en cuenta el bien de todos. Esto es lo que llamo desarrollo responsable
, puntualizó.
A la luz de la crisis financiera, expuso que México, Canadá y Estados Unidos deben comprometerse a multiplicar no solamente los intercambios comerciales, sino también las posibilidades de que sus ciudadanos mejoren sus condiciones y de calidad de vida.