En una serie de ataques que dieron inicio la noche del lunes, desconocidos hicieron estallar siete granadas de fragmentación contra instalaciones policiacas y de servicio en Hermosillo, Navojoa y Cananea, Sonora, con saldo de cuatro personas lesionadas.

La jornada violenta incluyó enfrentamientos en Sinaloa y Durango, unos de fuerzas federales y policías locales contra presuntos sicarios, y otros entre grupos rivales de narcotraficantes. El saldo: 13 muertos, cinco heridos, un comandante levantado y seis civiles liberados.

José Larrinaga, vocero de la Procuraduría de Justicia de Sonora, informó que los granadazos comenzaron después de las 21 horas del lunes en Hermosillo, donde los agresores lanzaron dos artefactos contra las oficinas centrales de la dependencia, de los cuales sólo estalló uno.

Minutos después, en Navojoa, al sur de la entidad, ocurrieron dos agresiones, la primera contra el restaurante Chiltepinos, donde una cliente y dos meseros resultaron heridos, pero no de gravedad, y la segunda en una gasolinera de la localidad.

Casi al mismo tiempo que ocurrían los atentados en Navojoa, en Cananea estalló una granada en la sucursal Plaza de Bancomer, frente al palacio municipal, causando sólo daños materiales.

A dos cuadras de ese sitio, otro artefacto fue detonado en el interior de una camioneta estacionada en una gasolinera. La Procuraduría General de la República (PGR) inició tres averiguaciones previas por el estallido de seis de las siete granadas.

Al mediodía de este martes, la Policía Estatal Investigadora de Sonora reportó la explosión de una granada más en el interior del hotel El Mesón, en Cananea, donde un civil resultó lesionado.

Además, en Nogales, un comando que se desplazaba en 10 camionetas con una X marcada en sus puertas, ultimaron a balazos a tres personas e hirieron a otras tantas; en otro punto de esta ciudad dos sujetos fueron ejecutados.

Tiroteo en Durango

En Durango, un enfrentamiento de más de cinco horas entre delincuentes y militares, agentes federales y policías estatales dejó un saldo de 10 pistoleros muertos y un funcionario policiaco, un agente y un militar heridos, informaron el general Moíses García Melo, comandante de la décima Zona Militar; el procurador estatal de Justicia, Daniel García, y Francisco Zacarías, delegado de la PGR.

La balacera comenzó alrededor de las ocho de la mañana de ayer, cuando los soldados, con apoyo de agentes federales y estatales, se disponían a catear un rancho en la comunidad de Ramón Corona, municipio de Cuencamé, luego de denuncias de que ahí se refugiaban sujetos que tenían atemorizados a habitantes de varios municipios de la región con levantones y secuestros.

Los uniformados fueron recibidos por un grupo de entre 30 y 40 pistoleros, quienes abrieron fuego en su contra, y se inició un enfrentamiento que se prolongó por más de cinco horas.

Juan Rosales, director de la Agencia Estatal de Investigaciones, junto con un agente y un militar, sobrevolaban la zona a bordo de un helicóptero, pero éste fue atacado desde tierra por los gatilleros e hirieron a los tres, por lo que el piloto, quien salió ileso, tuvo que regresar a la ciudad de Durango, donde se brindó atención médica a los lesionados.

En el rancho cateado había seis civiles que habían sido secuestrados entre el 3 y 6 de diciembre, entre ellos un policía municipal de Guadalupe Victoria, quienes fueron rescatados con vida.

En Sinaloa, un centenar de sicarios protagonizaron durante la madrugada y mañana de ayer tres enfrentamientos en los municipios de Angostura, Guasave y Ahome, con saldo de tres muertos, dos heridos y el levantón de Raúl Arce Gastélum, comandante de la Policía Ministerial.

La jornada violenta cerró con 21 asesinatos en Chihuahua, Oaxaca, Michoacán y Nayarit.

Con información de U. Gutiérrez, J. Valdez, R. Villalpando, M. Breach, E. Martínez, J. Narváez, O. Vélez, la corresponsalía en Durango y G. Castillo, reportero