El gobernador de Morelos, el panista Marco Antonio Adame Castillo, enfrentará este lunes desde sus oficinas de gobierno, en la ciudad de Cuernavaca, un interrogatorio judicial sin precedente para que, de viva voz y de cara a un juez federal, aclare si sabía que Luis Ángel Cabeza de Vaca Rodríguez, su ex secretario de Seguridad Pública, tenía nexos con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva.

Esta comparecencia ocurrirá un mes después de que los dos testigos en que se sustentan las acusaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) contra Cabeza de Vaca, detenido hace siete meses, se retractaron de sus dichos y sostuvieron que sus testimonios fueron inducidos por los fiscales del caso, quienes los torturaron.

La diligencia que ordenó el juez Jorge Carenzo será aprovechada por Guillermo Pasquel, abogado del ex secretario de Seguridad Pública para que queden como evidencia judicial algunas contradicciones en que incurrió el gobernador, derivadas de dos declaraciones anteriores.

La primera la hizo el gobernador a la periodista Carmen Aristegui en su noticiario de radio del pasado 18 de mayo, cuando dijo que no se vio sorprendido con el arresto de Cabeza de Vaca, ocurrido un día antes, pues el operativo que encabezó la Policía Federal (PF) en Morelos no sucedió de manera aislada, [sino] de manera coordinada entre la Federación y el gobierno del estado.

Pero mientras Adame aseguró a Aristegui en mayo que sí estuvo enterado de las acciones antinarco del gobierno federal en Morelos, dos meses después dijo algo totalmente distinto al juez quinto de distrito en Tamaulipas.

El 28 de julio pasado, al comparecer por escrito ante ese juzgado y responder 21 preguntas que le formuló Cabeza de Vaca –preso en Matamoros, Tamaulipas–, Adame rechazó que tuviera información previa a la captura del que fue su ex secretario. Esas contradicciones nos motivaron a pedir que se citara a comparecer personalmente al gobernador Adame, aseguró a La Jornada el penalista Pasquel, quien mediante citas jurisprudenciales convenció al juez Carenzo de que el testimonio del mandatario tendría más validez si se recababa en persona.

Las acusaciones que tienen preso a Cabeza de Vaca están sustentadas fundamentalmente en las declaraciones de los ex policías de Cuernavaca Mario González y Esteban Royacelly.

El primero declaró el 16 de mayo: llegué a escuchar de Esteban que Cabeza de Vaca estaba en la nómina de los Beltrán Leyva, a quienes les daba protección.

El segundo sostuvo ese día, cuando le mostraron las fotografías del ex secretario, que en tres ocasiones trasladó a Cabeza de Vaca a distintos domicilios para que recibiera dinero de un sujeto apodado Nemo, a quien identificó como el contador del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.

González y Royacelly, presos en El Hongo, ubicado en el municipio de Tecate, Baja California, se retractaron el 11 de noviembre pasado ante autoridades del juzgado décimo sexto de distrito de aquella entidad de sus primeros dichos.

Todo lo que dije en mi declaración del 16 de mayo de 2009 ante la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) es falso. Lo dije porque me estuvieron golpeando a cada rato para que dijera cosas que no me constaban, aseguró Royacelly.

Cuando me trasladaron a la SIEDO me mostraron unos documentos y me dijeron que los firmara. Como me negué me golpearon hasta que accedí, declaró Mario González.