Representantes de grupos feministas de 17 estados y del Distrito Federal se reunieron en el Foro Nacional por el Derecho a Decidir de las Mujeres, en el cual activistas de casi 70 organizaciones hicieron un llamado a la unidad y a iniciar la lucha contra las reformas constitucionales locales que penalizan el aborto.

En el acto, organizado por Feministas Socialistas y el colectivo feminista Rosa Chillante, la senadora Rosario Ibarra de Piedra se unió a ese llamado, y exhortó a la población, sin distinción de género, a salir a las calles para frenar este atropello a los derechos de las mujeres.

Para evitar que se sigan modificando las leyes que criminalizan a las mujeres que deciden abortar hay que salir más a la calle, porque la protesta callejera es la que más duele, así como hacer un llamado a la solidaridad internacional.

En las instalaciones del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, donde se llevó a cabo el encuentro, la legisladora resaltó que el mundo no debe ser separado por géneros, ya que la única línea divisoria que hay es la de explotados y explotadores, y en ambos lados de esa frontera hay hombres y mujeres.

En las mesas de trabajo de la primera jornada del foro se discutieron y analizaron las estrategias y acciones a escala nacional para impedir que continúen las reformas contra el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.

Los resultados se plasmarán hoy, cuando finaliza el foro, en los acuerdos y en el plan de acción que se concrete.

Aimé Jezabel, del colectivo Rosa Chillante, sostuvo que el principal objetivo de este foro es articular un movimiento nacional y unitario que detenga la avanzada de las posiciones más conservadoras contra los derechos de las mujeres.

Es necesaria la acción unitaria, pública y política, porque hasta ahora habíamos realizado acciones aisladas, cada quien en su estado. Esto significó un desánimo en la lucha de compañeras que llevaban diez o quince años trabajando en la ampliación de nuestros derechos y, ahora, en un año, con las reformas ha habido un retroceso histórico.

Feministas Socialistas, como grupo organizador, reiteró el llamado a la unidad nacional y denunció el silencio cómplice del Congreso de la Unión, así como de las instituciones de salud pública ante esta violación flagrante de la Constitución y al cuerpo de las mujeres. Asimismo exigió la preservación del Estado laico y la despenalización del aborto en todo el país.