Domingo 6 de diciembre de 2009, p. 16
Debido a que la economía de Estados Unidos no ha mejorado, resultará afectada la válvula de escape que la migración ha representado tradicionalmente para el desempleo en México, así como el nivel de vida de familias y comunidades de migrantes por la caída de las remesas, y en consecuencia de la economía nacional, advirtió Germán Vega Briones, investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef).
Explicó que no ha habido retorno masivo de migrantes hacia México porque prefieren esperar a que mejore la situación, pero en cambio han descendido mucho los flujos de trabajadores que intentan cruzar la frontera con Estados Unidos.
Ante el desplome de 36 por ciento que registraron las remesas en octubre pasado, respecto de igual mes de 2008, el especialista en migración aclaró que aún faltan contabilizar los registros de fin de año, pero no descartó que descienda más el número de envíos de dinero y regalos que los mexicanos que laboran en Estados Unidos envían tradicionalmente hacia sus parientes con motivo de las fiestas navideñas.
Paisanos no vendrán en esta época
Incluso consideró que bajará el número de migrantes que visiten a sus familias en esta temporada debido a los costos que implica volver a cruzar la frontera, pero también por el reforzamiento de las medidas de seguridad del gobierno estadunidense.
La caída de las remesas, señaló, es atribuible a que prevalece la crisis económica y no a un descenso en el número de trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
La situación económica de México no mejorará mientras el gobierno de Felipe Calderón no instrumente los mecanismos para hacerlo, en lugar de seguir dependiendo del repunte que experimente la economía del país vecino, advirtió el especialista. Si bien las remesas representen la segunda fuente de divisas para México, insistió en que la economía no puede reactivarse a partir de ellas.
Asimismo criticó que tampoco se aprovechen las oportunidades para el trabajo migratorio. Por ejemplo, mencionó que Estados Unidos emite cada año entre 200 y 300 mil visas de trabajo para enfermeras ante el envejecimiento de su población, pero quedan en manos de Filipinas, por contar con personal calificado que domina el idioma.