Guadalajara, Jal., 4 de diciembre. Los vampiros no son esos personajes fresas que dominan la escena literaria, sino que son tan adorables como una hemorroide asesina, aseguró Guillermo del Toro en la presentación virtual de su novela Nocturna, primer volumen de la trilogía de la oscuridad.

La idea de esta serie de novelas “era tomar una de las vertientes del mito que está un poco abandonado en la literatura hoy día: el vampiro como ser monstruoso y sobrenatural.

Ahora domina la otra vertiente que es la romántica, el vampiro que se vuelve el niño malo con el que las niñas sueñan, el vegetariano sensible adorable, dijo en un video preparado especialmente para la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en la que el presentador fue el escritor Paco Ignacio Taibo II.

Nocturna, que Del Toro escribió al alimón con Chuck Hogan, nació pensando en una novela urbana que eventualmente se vuelve una suerte narrativa en el que sucede un Apocalipsis vampírico: en la primera parte es una pandemia, una suerte de invasión viral a Manhattan, mientras la segunda y tercera hablan del origen de los vampiros y su necesidad de sangre.

“Queremos reformular la anatomía y morfología del vampiro en la primera parte, en la segunda tratar lo mítico y espiritual para que en la tercera haya una reformulación completa del origen del vampiro.

Con un poco de suerte al final del experimento habremos reinventado una suerte de origen oblicuo para el mito del vampiro.

Paco Ignacio Taibo II, a su vez, recordó que “cuando tuve en mis manos Nocturna me dije, ‘otra de vampiros’, pero dije ‘será otra de vampiros a lo Guillermo del Toro’. Soy de los que piensan que hay dos problemas con el vampirismo como material: el primero es que si eres mexicano estás sometido al vampirismo que tiene su sede en Los Pinos”.

La otra es “la idea de humanizarlo todo y eso tiene su gracia. Es decir, el monstruo está entre nosotros, trae traje y corbata. No tengo tanta bronca con la humanización del vampiro, pero cada vez es más fresa, cada vez son más lights, te enseñan los dientes y te dan ganas de darles una pasada de Colgate”.

Frente a este vampiro fresa “uno ya está harto, pero la novela de Guillermo del Toro es diferente: desborda la raíz de la narrativa vampírica, es una novela donde el vampirismo es una forma de horror incontrolable, impenetrable, difícilmente comprensible, es extraordinariamente amena, van a quedar enganchados leyendo. Sus habilidades como lector de cine están aquí.

Construyó una novela no de forma trepidante, sino con la lenta construcción de un panorama; lentamente va construyendo el miedo hasta que éste comienza a convertirse en horror con situaciones inexplicables.

“Cuando Guillermo del Toro dice que la construyó de manera trepidante miente como bandolero: no es de ritmo trepidante, sino semilento porque te permite entrar en el clima de la historia con personajes secundarios muy buenos, que se vuelven enseguida entrañables. Te mete en una novela inquietante, que te va agarrando; estamos frente a la incorporación de uno de nuestros talentos nacionales en el lugar donde quiere.

Del Toro nunca podría haber escrito una novela intimista, tendría que escribir novelas de vampiros, de zombies.