Washington, 3 de diciembre. Estados Unidos se mostró este jueves decepcionado por el rechazo del Congreso hondureño a devolver al poder al presidente Manuel Zelaya, pero respetó su decisión.

Estamos decepcionados por esta decisión, porque esperábamos que el Congreso aprobara su restitución, declaró el vicesecretario de Estado para América Latina, Arturo Valenzuela, en teleconferencia con periodistas.

Sin embargo, la decisión, que fue realizada de manera abierta y transparente, cumple con su mandato estipulado en el artículo 5 del acuerdo de Tegucigalpa-San José, que firmaron el régimen de facto de Roberto Micheletti y el propio Zelaya para salir de la crisis, añadió Valenzuela.

Señaló que aún queda mucho por hacer en Honduras para restablecer el orden democrático y constitucional, así como para promover la reconciliación tras el golpe de Estado del 28 de junio.

Para Estados Unidos, el acuerdo de Tegucigalpa-San José, negociado bajo su directa supervisión, marcó el rumbo de la crisis, y fue más bien Zelaya el que tomó una actitud negativa al rechazar las elecciones del pasado domingo.

Los comicios dieron como próximo presidente al conservador Porfirio Lobo, del Partido Nacional.

La Unión Europea manifestó que: lamenta que el resultado de las deliberaciones del Congreso hondureño no parece que vayan a facilitar una solución a la crisis política en el país, señaló en Bruselas Lutz Güllner, portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton.