Durante 103 años han vivido como indocumentadas en su país. María de Jesús Quintana y Mercedes Hernández nacieron en 1906; entonces nadie las registró y nunca necesitaron el acta de nacimiento o sencillamente no tuvieron dinero para realizar el trámite.

A partir de hoy, antes del mediodía, Quintana y Hernández serán reconocidas legalmente y por ende podrán acceder a otros derechos, como obtener su credencial de elector, y recibir los programas sociales del Gobierno del Distrito Federal.

Mercedes Hernández vive con dos hijas, quienes se encargan de cuidarla, en la colonia Malinche, delegación Gustavo A. Madero. Por su cabeza desfilan cientos de episodios aislados de su vida los cuales va hilvanando Tenía cinco años, estaba muy chiquita, cuando mi papá nos llevó a la Revolución. Qué se iba acordar de registrarme. Andábamos detrás del general. Cuando andábamos en el monte me decían que me callara, porque nos iban a agarrar.

Su papá no quería que fuera a la escuela, porque iba a tener contacto con los muchachos. Aún así a los 13 años de edad se casó. No me querían casar, que estaba muy chiquita. Un año después nació el primer hijo de los 15 o 16 que tuvo.

Su hija del mismo nombre, la más pequeña, rememora que cuando Andrés Manuel López Obrador comenzó su campaña para jefe de Gobierno, su mamá quería votar por él, pero no tenía credencial de elector. Nos pedían el acta de nacimiento, fuimos un par de veces al Registro Civil para sacarla, pero no habíamos podido, ella nació en León, Guanajuato, y se tenía que pedir allá un certificado de inexistencia del acta.

Luego se enteraron del Programa Registro Extemporáneo de Nacimiento Universal y Gratuito, a cargo de la Dirección General de Igualdad y Diversidad Social, de la Secretaría de Desarrollo Social, se pusieron en contacto con el coordinador del programa, Jorge Abraham Platas Chávez, y así comenzaron el trámite.

A María de Jesús Quintana no le tocó vivir la Revolución, pero, al igual que Mercedes, nunca fue a la escuela. Su papá fue su único maestro. Me gustaba enseñar catecismo, y a eso se dedicó desde los 18 años de edad.

A quienes se dormían les daba un coscorrón, comenta su sobrina Margarita, con quien vive desde hace más de 30 años, en la colonia Anáhuac, delegación Miguel Hidalgo. A los 95 años tuvo a sus últimos cuatro alumnos.

Ella no quería que la registráramos. Pero nos enteramos del programa de registro extemporáneo y la llevamos con engaños a la oficina para iniciar los trámites, cuando le dijimos aceptó.

El coordinador, Platas Chávez, explicó que de enero a noviembre de 2009, dos mil 640 personas han solicitado su ingreso al Programa de Registro Extemporáneo y Gratuito, de los cuales mil 599 son del Distrito Federal.

Por delegaciones, Iztapalapa encabeza las solicitudes con 341 personas, le siguen: Gustavo A. Madero, con 250; Cuauhtémoc, con 189; Venustiano Carranza, con 126, y Xochimilco, con 123.

Jorge Platas abunda que de estas peticiones, mil 45 son mujeres; 792 son adultos mayores, 386 menores, 287 adultos y 133 jóvenes.

Refiere que los principales motivos para solicitar el acta son: para obtener la pensión universal que otorga en Gobierno del DF, renovación de derechos en el IMSS o ISSSTE, o acceder a los servicios de salud o educativos. La meta de la dirección General de Igualdad y Diversidad Social es que todos tengan acta de nacimiento, concluye Platas Chávez.