La pobreza y la distancia entre la sociedad y el gobierno prefiguran un alto riesgo social
Asegura que en la reconstrucción de la nación se debe tomar en cuenta a las instituciones académicas
Martes 1º de diciembre de 2009, p. 3
Al concluir su encargo como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Genaro David Góngora Pimentel advirtió que tener el liderazgo de la pobreza
, preocupantes índices de inseguridad y una creciente distancia que separa a la sociedad del gobierno permiten avizorar el alto riesgo social
que corre México.
No hace falta tener una bola de cristal
para saber que la paz duradera no se logra con confrontaciones o cobro de facturas políticas, ni tampoco con falsos triunfalismos, sino con voluntad sincera y de buena fe para construir consensos con los diversos sectores de la sociedad civil que históricamente han sido los más abandonados y los que necesitan más el apoyo del gobierno y de los que más tienen
.
En una emotiva ceremonia, a la que no asistió Mariano Azuela, Góngora Pimentel demandó al gobierno que tome en cuenta a las instituciones académicas para participar en la reconstrucción de la vida nacional
.
Éstas, añadió, no pueden seguir el margen. Su opinión debe escucharse para encauzar lo que verdaderamente importa a todos los mexicanos: México.
El país requiere con urgencia –insistió ante el pleno de la Suprema Corte, integrantes del Consejo de la Judicatura Federal, magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ministros jubilados y el líder del Senado, Carlos Navarrete– definir lo que habrá de hacerse a corto, mediano y largo plazos.
Hay que decirlo con todas sus letras: como mexicanos carecemos de un plan nacional que responda verdaderamente a las mayorías; se debe rescatar el principio político constitucional de que la soberanía reside y seguirá residiendo en el pueblo, que no puede seguir siendo preso de intereses políticos o de grupo. Por ello, si queremos construir una paz duradera, es hora de supeditar el interés privado al interés público.
A construir consensos
México, indicó, es un país de grandes potencialidades, de personas talentosas y con gran ánimo de salir adelante. “No desaprovechemos la oportunidad para construir consensos por el bien de nuestra patria. Es hora de dejar atrás divisionismos, porque lo único que se logra es el debilitamiento del Estado.
La historia nos enseña que una nación se levanta si existe un liderazgo que sea capaz de llevarla a buen puerto y marinos que hagan bien su trabajo
, apuntó.
También se refirió al tema de la justicia, y exhortó a los que nos dedicamos al derecho
a trabajar por su rehabilitación. No es posible, enfatizó, seguir con modelos de ilustración donde el juez no era otra cosa que una máquina, un ser inanimado que sólo pronunciaba mecánicamente la letra de la ley.
Las circunstancias exigen de los jueces una labor interpretativa. No pueden seguir prevaleciendo métodos de interpretación literalistas, porque no necesariamente la suma de voluntades de quien tiene la potestad de legislar es igual a la verdad o garantiza una ley justa.
A los integrantes del pleno les recordó que un tribunal constitucional es aquel que ve el texto de la Carta Magna de forma extensiva y no limitativa, porque los derechos fundamentales que tutelan la libertad, la igualdad y la dignidad, entre otros, son condiciones para que el ser humano cumpla con su finalidad
.
Todo juzgador, como decía fray Benito Jerónimo Feijoo, debe estar dedicado sólo a la justicia; en esta labor no hay familiares ni amigos, para que nadie pueda torcer la vara de la justicia
, señaló.
Góngora fue el último en hablar en la ceremonia. Previamente sus compañeros de pleno dejaron constancia de la inteligencia, valor, ironía, conocimiento y sapiencia del ministro homenajeado.