Los trabajos dan inicio a un plan para rescatar el acervo del país, afirmó Teresa Vicencio
Se busca la cooperación de otros estados para crear públicos y potenciar los recursos del instituto
, dijo
Tras su reparación se exhibirá en Durango hasta 2014; luego volverá a la ONU
Viernes 27 de noviembre de 2009, p. 4
Con la restauración de Fraternidad (1968), de Rufino Tamayo, mural donado a la Organización de Naciones Unidas (ONU) por el gobierno de México a principios de los años 70 del siglo pasado, se inicia un programa de rescate del patrimonio artístico con las entidades federativas, dijo Teresa Vicencio, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en etrevista con La Jornada.
En el caso de Fraternidad, tanto el Congreso de Durango y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) aportaron 250 mil pesos cada uno, monto que cubrió los gastos de traslado de Nueva York a la ciudad de México –ayer comenzó la restauración en los talleres del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (CNCRPAM)–, y luego a la capital duranguense, para lo cual ya se firmó el convenio.
A su vez, el INBA se encarga de la restauración, cuyo costo aproximado es de 320 mil pesos, informó Vicencio. Además, la Fundación Olga y Rufino Tamayo se ha hecho cargo de la póliza de seguro que se requiere para un traslado internacional de una obra de esta naturaleza
, agregó la funcionaria, aunque dijo desconocer el monto.
Una vez terminado el proceso de restauración, estimado en tres meses, la obra de cuatro metros de alto por nueve de ancho viajará a Durango para su exhibición en el recinto del Congreso estatal, durante un periodo que terminará en el primer semestre de 2014, con la idea de vincular a otros públicos con la obra mural, porque Durango es un estado que no cuenta con un patrimonio muralístico como el de la ciudad de México o Guadalajara. Quiero imaginarme a los alumnos de las escuelas y a las familias que a lo mejor nunca han visto un Tamayo en vivo. Esto nos emociona
.
Se prevé que el mural se exhiba en la ciudad de México antes de regresar a la ONU, aunque todavía no se determina el lugar.
La titular del INBA señaló que a partir de 2010 se pretende detectar otras obras muralísticas susceptibles de restauración y del interés de otras entidades federativas por tenerlas temporalmente en comodato. Es un esquema en el que todos ganamos. El INBA cumple su misión de conservar la obra para seguirla difundiendo. Si compartimos los gastos con los estados, podemos restaurar más al potenciar nuestros recursos. Lo más importante es que, al llevar obra muralística a zonas donde no la hay, vincularemos nuevos públicos. Incluso puede ser un enclave de turismo cultural para la ciudad
. Al preguntar qué estado sigue, Vicencio contestó que aún no hay nada concreto, pero seguramente lo habrá el año que entra
.
Hace cuatro años el deterioro de Fraternidad fue tema de discusión en la Cámara de Diputados. La presente remodelación del edificio de la ONU resultó la coyuntura que permitió traer la obra a México para su restauración, mediante las gestiones de la SRE.
Silvia Hernández, restauradora del área de caballete del CNCRPAM, viajó a Nueva York en febrero para hacer el dictamen en aras del desmontaje: Dentro de todo, la obra está bastante estable; la tela tiene deformaciones generales, así como algunos raspones, rayones y suciedad superficial. También tiene una pequeña perforación
.
Tras la llegada de Fraternidad al CNCRPAM, el 18 de noviembre, se empezó a preparar la mesa donde ya se trabaja y se sacó de la caja donde venía enrollado en un tubo. Ayer se empezó a limpiar de manera bastante superficial. Dependiendo de como salga toda la mugre veremos si necesitamos hacer una limpieza química. A lo mejor sale la mayoría con pura agua desmineralizada
.
Desde 1972, Fraternidad estuvo colgado en el vestíbulo principal del acceso público al edificio de la ONU. Como punto de difusión era muy bueno
, aunque las condiciones físicas podrán mejorarse. De eso se encargará nuestra misión de México en la ONU
, sostuvo Vicencio.