Los diputados de PRI y PAN se exhibieron ante el pueblo de México al no interponer la controversia constitucional contra el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC), porque demostraron que no les interesa el país, sino mantener sus cotos de poder, sus componendas, afirmó Martín Esparza Flores, dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

En conferencia de prensa, sostuvo que la decisión del gobierno federal de iniciar una segunda etapa para que los trabajadores de LFC acepten su liquidación muestra que están desesperados por terminar rápido con este proceso, porque se está generando un movimiento más amplio y se les está complicando todo.

Apostaron a que todos los trabajadores estarían liquidados en un mes y como no fue así, van a querer aprovechar que no se interpuso la controversia para  presionar, para volver a decir que el gobierno es tan dadivoso que abrirá otro periodo para que los trabajadores recojan su cheque, cuando está violando todos los derechos laborales de éste y de muchos otros gremios.

La liquidación es un derecho, pero no le vamos a hacer el caldo gordo al gobierno; están desesperados por terminar este asunto, porque se les está haciendo pedazos el sistema y no calcularon que se iba a generar un movimiento más amplio de resistencia civil, sostuvo.

Acerca de que los legisladores del PRI-AN no firmaron en favor de presentar la controversia constitucional contra el decreto de extinción de LFC, Esparza aseveró que ambos partidos “avalaron un hecho anticonstitucional, dejaron que el Ejecutivo rebasara sus facultades y atribuciones, que pasara sobre las cámaras, que transgrediera diversas leyes, y no fueron capaces de frenar toda esta ilegalidad. Sobre todo porque no tenían que resolver este asunto, sino dejarlo en manos de la Suprema Corte de Justicia, y ni eso hicieron.

“Es delicada para el país la posición que adoptaron los diputados del PRIAN, porque se observa que no les interesa que se respete el estado de derecho y haya constitucionalidad; sobre todo, no les interesa que se detengan y frenen las transas que hay en el sector público de la energía.”

Tras el cierre de su fuente de empleo, muchos electricistas realizan diferentes labores para sobrevivirFoto José Antonio López

Corruptelas documentadas

Sostuvo que la Cámara de Diputados demostró que no le entra a asuntos donde están involucrados grandes negocios privados. Hubo una subcomisión en la pasada legislatura para revisar los contratos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las adjudicaciones, los Piridegas, Petacalco. Las corruptelas están documentadas, hay pruebas, son públicas, y si ni así le entraron es por hacerle un favor al gobierno.

O bien porque están amarrados. Algunos diputados tienen compromiso de intereses. Incluso se supo que los gobernadores estuvieron presionándolos para que no apoyaran la controversia, para que se salieran o enfermaran para no firmar, apuntó.

Más tarde, Esparza encabezó un mitin afuera de las oficinas centrales de la CFE. Ahí exigió que el director general de la paraestatal, Alfredo Elías Ayub, responda a las acusaciones de corrupción en ese organismo.

Otra vez se refirió a los negocios ilegales en esa empresa. Retomó el caso del contrato que firmó la CFE con Repsol, por 20 años, para la compra de gas. Explicó que esa empresa compra barato en Perú el insumo y lo mete a México al precio internacional de Texas, con lo cual obtiene una utilidad de 750 millones de dólares anuales; de lo cual se derivan las altas tarifas. Ese contrato es de 2007 y lo autorizó Elías Ayub, afirmó.

Al referirse al caso de la empresa ABB, la cual obtuvo un contrato para construir una planta de ciclo combinado en Monterrey, señaló que opera a 16 de su capacidad, tiene penalizaciones y no se las aplican; le dan una carta donde le suspenden las sanciones y le siguen pagando. Pero en realidad todas las obras están infladas sobre el costo real, las licitaciones están amañadas, es una corrupción terrible.

Acerca de la huelga de hambre que sostienen mujeres electricistas, apuntó que es la mayor prueba de que a Felipe Calderón no le interesa el pueblo, los trabajadores, (sino) sólo los negocios y como saben que no van a ganar en 2012, ya se están distribuyendo el país y está amarrando negocios en Pemex y la CFE para su equipo y sus amigos.