La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) rechazó los 22 recursos de revisión que interpusieron Greenpeace, Semillas de Vida, Guerreros Verdes y Grupo de Estudios Ambientales contra igual número de permisos de siembra experimental de maíz transgénico, por no tener interés legítimo y jurídico, y a la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo le demandó comprobar la personalidad jurídica del director Víctor Suárez Carrera.

La dependencia otorgó a Monsanto, PHI Dow AgrosCiences y Pionner los permisos para iniciar dichas siembras experimentales en 10.77 hectáreas en Sonora, Sinaloa, Tamaulipas y Chihuahua en los ciclos otoño-invierno 2009-2010 y primavera-verano del año próximo.

En las demandas, las cinco organizaciones, integrantes de la campaña Sin maíz no hay país, exigieron a la Sagarpa que diera a conocer públicamente los resultados de la evaluación efectuada a los permisos, detallara la ubicación de las parcelas y quiénes son los campesinos que participarán en las siembras y cuál es la finalidad de la experimentación.

Adelita San Vicente, de Semillas de Vida, manifestó que en los oficios de respuesta firmados por el director en jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), organismo de la Sagarpa, se subraya que la agrupación carece de interés jurídico para pedir esa información.

La respuesta es absurda, ya que se participó en la consulta nacional a que fueron sometidos los permisos y se hicieron las observaciones científicas y técnicas con que se sustentó que no cumplían con los requerimientos establecidos en el reglamento de la ley de bioseguridad, pero no fueron consideradas por la autoridad en la decisión final.

Semillas de Vida, agregó, también demandó conocer los protocolos de investigación y seguridad, y ante la falta de datos se recurrió al Instituto Federal de Acceso a la Información Pública. Esperamos la respuesta y continuaremos luchando legalmente contra la siembra de maíz genéticamente modificado, destacó.

Aleyda Lara, coordinadora de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace, comentó que uno de los errores de las solicitudes son las coordenadas de localización de los terrenos. No hay correspondencia en la ubicación de las parcelas, pues las coordenadas de Sinaloa corresponden a las de Tamaulipas y las de Jalisco a Nayarit. Es notorio que no cumplen con detallar dónde están las superficies donde se sembrará el maíz genéticamente modificado. El Senasica tampoco especifica las medidas de seguridad en caso de contaminación.

Mencionó que las organizaciones que presentaron los recursos de revisión propusieron que continúen las experimentaciones con variedades nativas de maíz para encontrar las soluciones que se persiguen con el maíz transgénico. Consideramos que se tienen suficientes elementos para resolver los problemas y alcanzar las metas con las variedades tradicionales, apuntó.

AgroBio asentó que la industria biotecnológica agrícola está preparada para realizar, de manera responsable y apegada a las medidas de bioseguridad que establece la ley, los experimentos con maíz transgénico, lo cual servirá para recabar los datos y la información pertinente para disipar dudas, demostrar los beneficios y adaptabilidad de la tecnología al campo.