Al contrario de lo que afirma el gobierno de Felipe Calderón, los mexicanos incorporados al Seguro Popular (SP) no tienen mayor acceso a servicios de salud y medicamentos que la población sin él, afirmó Asa Cristina Laurell, secretaria de salud del gobierno legítimo.

De hecho, los datos oficiales sobre afiliación son ambiguos y es poco probable que el SP alcance la cobertura universal prometida para 2010, enfatizó.

Al presentar la magna conferencia América Latina: interrogándonos sobre las políticas sociales y de salud, la cual le valió el doctorado honoris causa en el contexto del 27 Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología de Buenos Aires, Argentina, destacó que dicho seguro voluntario, cuyo objetivo es proteger universalmente a la población sin seguridad social laboral, incumple el criterio básico de un derecho.

Ochenta por ciento de las familias objetivo, exxplicó, únicamente tienen acceso a dicho seguro con un pago condicionado de cuatro por ciento de su ingreso monetario, además que se excluyen enfermedades frecuentes y de alto costo.

Aunado a ello, el incremento del presupuesto para la población sin seguro social laboral se ve limitado por el subejercicio sistemático de recursos y el incremento se ha dado en parte a costa del presupuesto de los subfinanciados institutos públicos de seguridad social.

No está garantizada la atención

Por otra parte, estar asegurado no garantiza el acceso a la atención, debido a que hay carencias de infraestructura de salud, que además está mal distribuida en los estados.

La contribución fija al SP de las entidades federativas es altamente regresiva, al castigar a los estados pobres con ingresos propios y con una alta proporción de su población desprotegida.

La ex secretaria de Salud del Gobierno del Distrito Federal dictó su conferencia ante Alejandro Encinas, coordinador de la bancada del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados, y Martí Batres, secretario de Desarrollo Social de la capital del país DF, entre otros que se reunieron en un saturado auditorio de la Casa Lamm.