Vaya diario al banco a ver si ya le depositaron, es la única respuesta que ha encontrado María del Rocío Higuera, ex esposa de un jubilado de Luz y Fuerza del Centro, en el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), liquidador del organismo.

Desde el 11 de octubre inició un peregrinar para tratar de cobrar la pensión que le corresponde para sus hijos, uno de ellos menor de edad.

Rocío tiene anotados en una libreta de taquigrafía todos los pasos que ha dado, sin resultado. Ahí están las veces que ha llamado al número telefónico del SAE, los nombres de al menos 15 empleados de este organismo quienes, a veces con indiferencia y otras con pena, reconocen que ellos no pueden hacer otra cosa que mandarla al banco a ver qué día cae el pago catorcenal de 2 mil 700 pesos.

Así consta en las grabaciones que tomó cuando le daban explicaciones burocráticas, sólo para decirle que no tienen información o, de plano, que desconocen a qué instancia o con quién puede acudir para solucionar su problema.

Me dicen que contrate a un abogado, pero ¿cómo quieren que haga eso si no tengo para comer?, señala la señora Higuera, quien todos los días acude a Santander o a Scotiabank a ver si cae el pago. Háblenos en tres días, le repiten, aun cuando existe una orden judicial para que el patrón de su ex esposo entregue una parte de su pensión para la manutención de su hijo menor.

En esa situación quedaron muchas de las ex esposas de electricistas en activo y jubilados, aun cuando la página web de Luz y Fuerza del Centro señala que el gobierno federal garantiza el derecho que usted tiene de seguir recibiendo el pago íntegro y puntual de su jubilación.

Enseguida, les recomiendan acudir a la sucursal bancaria más cercana. “Para su mayor comodidad y seguridad –agrega la información gubernamental– el banco le ofrecerá abrir de manera gratuita una cuenta para que ahí se deposite su jubilación cada catorcena”. El anuncio en la página www.lfc.gob.mx termina con la siguiente frase: ¡La jubilación es un derecho constitucional!