Despidos y congelamiento de plazas, entre las anomalías, asegura
Domingo 22 de noviembre de 2009, p. 31
Desde hace tres meses, las clases de guitarra que Javier Castillo Martínez impartía en el Centro Cultural Xavier Villaurrutia, ubicado en los locales 11 y 12 de la glorieta de Insurgentes, se realizan a la intemperie.
La Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal lo despidió el primero de septiembre y con él suman tres los talleristas cesados en lo que va del año, en su caso, explicó, argumentaron abandono de labores, pero en realidad, asegura, revivieron un procedimiento de diciembre de 2008 que no procedió al demostrar que el error fue del área administrativa al tramitar sus vacaciones.
Ayer, Castillo comenzó una huelga de hambre que levantó cinco horas después al acordar con el director de gestión social del GDF, Pedro Bello Aguilar, una reunión con personal de Cultura y la Oficialía Mayor el lunes próximo, en hora por definir, pero advierte que las irregularidades en la dependencia van más allá de estos tres despidos.
Refirió que el hostigamiento laboral contra los tres talleristas comenzó a partir de que la Coordinadora Interinstitucional de la dependencia, Isabel Molina Warner, impuso a María Eugenia Mondragón Mundo, quien es jefa de la Unidad Departamental del Centro Cultural José Martí, como encargada del centro Xavier Villaurrutia, y ha intervenido de manera preponderante el director de recursos humanos, Héctor Amado López Álvarez.
Los otros dos maestros despedidos son César Cortés, del laboratorio de situaciones, y Ezequiel Castillo, de dibujo y pintura.
Acompañado de otros trabajadores de la dependencia, Castillo dijo que hay denuncias contra varios funcionarios, una de ellas contra López Álvarez, por ostentar un título de ingeniero que no tiene y otra por retener 50 de las 96 plazas que salieron este año.