La disminución en el envío de remesas asociada a la crisis en Estados Unidos provocó que 318 mil familias mexicanas del medio rural dejaran de percibir este tipo de ingresos, con lo que perdieron una tercera parte de los recursos de que usualmente disponían para satisfacer sus necesidades cotidianas, reveló una investigación independiente.

El número de hogares mexicanos que reciben remesas disminuyó de 1.86 millones a finales de 2006 a 1.58 millones en el último año, lo que implicó que 318 mil familias dejaron de contar con los recursos que envían sus familiares que trabajan en Estados Unidos, de acuerdo con el reporte Situación migración Mexico, publicado esta semana por BBVA Bancomer, el primer grupo financiero en el país.

Proporcionalmente, en 2006 recibían remesas siete de cada 100 hogares, relación que disminuyó el último año a 5 de cada 100.

Un hecho destacado por el reporte es que prácticamente la totalidad de los hogares que dejaron de recibir remesas se encuentran en el ámbito rural y, más al detalle, en las zonas más marginadas. En tanto, en las ciudades el número de hogares que reciben remesas aumentó.

La reducción en el número total de hogares que reciben remesas se explica por el hecho de que poco más de 318 mil hogares rurales, es decir, en comunidades menores a 15 mil habitantes, dejaron de percibir estos ingresos, indicó el informe.

Por el contrario, añadió, en las zonas urbanas el número de hogares que recibió remesas el último año se incrementó en poco más de 42 mil.

En términos proporcionales, en las localidades con muy bajo grado de marginación es en las que un número reducido de hogares dejó de recibir remesas lo cual puede sugerir que los grupos menos vulnerables a captar menos remesas en un contexto de crisis económica como la actual son los que se ubican en las localidades más desarrolladas.

La disminución en el número de hogares rurales que recibe remesas tuvo una incidencia en el aumento de la pobreza.

El estudio indicó que, en términos generales, las remesas representaron 27 por ciento del ingreso corriente total de los hogares que las recibieron. Para las localidades rurales, sin embargo, la proporción aumenta a 29.8 por ciento del total de su ingreso, prácticamente un tercio. En 2006, las remesas representaban 37 por ciento del ingreso promedio de los hogares y 40 por ciento específicamente en el ámbito rural.

En 2008, el ingreso por remesas fue 25 mil 137.4 millones de dólares. Hasta el tercer trimestre de este año, fueron de 16 mil 434 millones de dólares.