Beatriz Paredes Rangel, presidenta nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), prefiere ver a las mujeres violadas, embarazadas o encarceladas, en vez de respetar su derecho a decir sobre su cuerpo. No le interesa que se mueran en manos de gente irresponsable, que les metan ganchos, que utilicen mal los medicamentos, señaló Martha Lucía Mícher, directora del Instituto de las Mujeres en el Distrito Federal (Inmujeres-DF).

Al pedirle su opinión sobre la aprobación de leyes antiaborto en más de la mitad de los congresos locales del país, con el respaldo de legisladores del PRI, Mícher Camarena afirmó que uno de los mayores delitos que puede haber contra las mujeres son las leyes que las castigan y las obligan a embarazarse. De Acción Nacional no nos extraña, pero del PRI, aliado al ala más derecha de la iglesia, estamos realmente contrariadas.

Lamentó que a los priístas se les haya olvidado todo lo que construyeron en la Constitución. Ese dichoso partido que antes era el Nacional Revolucionario y que ahora lo están desbaratando en una alianza pésima con la derecha más conservadora del país.

Martí Batres Guadarrama, titular de la Secretaría de Desarrollo Social, resumió: PAN y PRI están acabando con el derecho de las mujeres. En cada Congreso local se van juntando para cercenar los derechos de las mujeres.

Estableció que se marca la diferencia entre un proyecto de gobierno y otro. El PRI y el PAN representan el mismo: conservador, reaccionario, de derecha. Mientras que el de la ciudad de México es de avanzada, mira hacia el futuro, defiende la equidad y los derechos de las mujeres.

Batres Guadarrama afirmó que aquí se seguirá luchando por ensanchar los derechos de las mujeres, por ello las conminó a seguir luchando por sus garantías y por que este oscurantismo que ha dominado los congresos locales sea una cuestión pasajera. Está claro que tendrán que organizarse desde abajo para abrir el espacio de reivindicación de sus derechos.