Viernes 20 de noviembre de 2009, p. 22
Buenos Aires, 19 de noviembre El jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri ratificó a su ministro de Justicia y Seguridad Social, Alberto Montenegro, defendió a la Policía Metropolitana y desafió al ejecutivo nacional al advertir a la presidente Cristina Fernández de Kirchner y a su esposo el ex mandatario Néstor Kirchner: Al matrimonio presidencial le digo que no nos van a parar
. Esta fue la respuesta del alcalde de esta capital a acusaciones de que funcionarios bajo sus órdenes han espiado a la presidenta del país.
Los juicios por espionaje a diversos sectores, que llevaron a la renuncia del primero y el segundo jefe de la Policía Metropolitana, Jorge Fino
Palacios y Osvaldo Chamorro fueron iniciados por querellas de particulares, la primera de ellas por Jorge Burstein familiar de las víctimas del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).
Macri criticó al gobierno nacional y también al juez federal, Norberto Oyarbide, a quien acusó de realizar afirmaciones temerarias
. Asimismo, enfrentó al jefe de gabinete, Aníbal Fernández, quien sostuvo que por mucho menos de lo ocurrido en el caso de espionaje que se investiga, el ex presidente Richard Nixon renunció en Estados Unidos.
Fernández calificó como “bochornosa la explicación de Macri en una conferencia de prensa, en la que evadió cuando lo que tenía que hacer es explicar su responsabilidad política en este caso gravísimo
.
Oyarbide, en tanto tomó, declaración testimonial a los legisladores de la ciudad Silvia La Ruffa (Identidad Porteña) y Gonzalo Ruanota (Espacio Plural), a quienes confirmó que estaban en la lista de Chamorro aceptando la solicitud de ambos de ser partes en la causa.
En tanto este día hubo varias marchas en rechazo a las políticas sociales de Macri y a la Policía Metropolitana y exigiendo la renuncia de Montenegro.
De la misma manera unas 80 organizaciones sindicales, sociales, de derechos humanos se constituyeron en un frente para rechazar el proyecto de Código Contravencional del gobierno de la provincia de Buenos Aires.
El gobernador Daniel Scioli (oficialista) envió este polémico proyecto que contiene varios edictos claramente dirigidos a la represión social y que otorga el mayor poder a la policía bonaerense, como en esta capital sucede con la Metropolitana.
En un salón de la Legislatura provincial coincidieron el presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales, Horacio Verbitsky; Hugo Cañón, de la Comisión por la Memoria, y Hugo Godoy, de Asociación de Trabajadores del Estado, que denunciaron los aspectos negativos de la iniciativa.
Por otra parte organizaciones sociales y sindicales advirtieron sobre algunos aprestos golpistas
basados en dirigentes opositores que advierten que Fernández de Kirchner debe renunciar, lo que se incrementó después del voto favorable del Congreso a una Ley de Medios Audiovisuales que prepararon organizaciones sociales y de diversos frentes políticos.
El anuncio de la Mesa de Enlace de cuatro entidades patronales del campo convocando a un acto el próximo 10 de diciembre para supuestamente recibir
a los nuevos legisladores que asumirán entonces y recordarles el mandato que dejó el 28 de junio
, según declaró el titular de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, invitando a otros sectores, preocupa a muchos aquí.
La manifestación se realizará en el mismo lugar donde festejaron el triunfo
, del no
al proyecto oficial de aumentar retenciones a la s exportaciones de soja a mediados de 2008, lo que se logró con la traición del vicepresidente Julio Cobos, que votó en contra de su propio gobierno.
A esa manifestación asistieron no sólo las derechas tradicionales y nuevas, los ex militares de la dictadura, sino también algunos sectores autodenominados de izquierda como la Corriente Clasista y Combativa, el Movimiento Socialista de Trabajadores (MST) los jubilados y pensionados independientes
que dirige Raúl Castells y otros.
Si se considera que todos esos sectores interpretaron que el triunfo de la oposición en la provincia de Buenos Aires esencialmente y en otro lugares en las pasadas legislativas eran una señal para la renuncia de la presidenta, no sería infundadas las advertencias sobre los intentos de imitar los sucesos de fines de 2001, que llevaron a la renuncia del ex presidente Fernando de la Rúa.