La venta de alcohol sin regulación ha desencadenado dos fenómenos en la delegación Álvaro Obregón: fiestas clandestinas en casas habitación donde participan menores y se les venden bebidas alcohólicas y los llamados perreos –celebraciones callejeras–, alertó el jefe delegacional de dicha demarcación, Eduardo Santillán, quien indicó que en los 49 días que van de su administración se han suspendido 15 festejos de este tipo.

Sobre los perreos, Santillán señaló que son fiestas que se realizan en la vía pública, sin autorización, donde también se da la venta de alcohol, en algunas casos la situación se agrava porque hay riñas.

Santillán señaló que endurecimos nuestra postura para la realización de estas actividades, ya que hemos suspendido 15 festejos.

Al referirse a las fiestas en casas habitación, manifestó que se organizan en domicilios particulares, se cobra la entrada y también se expenden bebidas alcohólicas. Denuncias vecinales presentadas con anterioridad mencionan que en dichas encuentros participan menores de edad.

En estas reuniones hay toda una serie de violaciones, aseguró: primero, el uso de suelo. Además, en una fiesta particular puede haber probable comisión de delitos, como corrupción de menores, sobre todo si hay consumo de alcohol.

Reiteró su llamado a la Asamblea Legislativa para que dote a los gobiernos delegacionales de instrumentos que permitan el cumplimento de las leyes y que endurezcan el marco legislativo que regula la venta de alcohol.

Aseguró que continuarán los operativos en la delegación, así como con el programa Cero-cero, que prohíbe la venta de bebidas embriagantes después de medianoche.