En términos de crecimiento económico México tiene una política mediocre a más no poder. Por si fuera poco, el futuro que se propone es la resignación, con el argumento de que la crisis podría ser peor, aseveró el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon.

En la presentación del programa Ciudad de México, Ciudad de la Nación 2010, en el nuevo salón Miguel Hidalgo del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, el mandatario aludió a las declaraciones de Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, de que México se equivocó en el manejo de la crisis. A ver si no le dicen que no sabe, como ya les dijeron a tres anteriores.

En opinión de Ebrard, 2010 será un año muy difícil, toda vez que las decisiones que se toman van a prolongar la recesión económica. Más allá de cuánto se dio en el presupuesto a una partida u otra, es una partida, ironizó.

El jefe de Gobierno alertó que las decisiones que el gobierno federal toma sin considerar derechos ni personas pueden llevar a una situación de crispación social.

Refirió que la cifra más reciente que les dio el Instituto Nacional de Geografía y Estadística sobre el desempleo en el Distrito Federal de manera sorprendente incluye a los 40 mil trabajadores despedidos de Luz y Fuerza del Centro, los cuales se quedaron sin presente y con muy pocas expectativas de futuro. La única que tienen es irse, liquidarse, ser atropellados, no discutir ni siquiera por sus derechos e irse a su casa y callarse. Ése es el programa que se propuso para ellos.

El panorama no es muy distinto al que se propone en el futuro para millones de mexicanos y mexicanas: el de la resignación. Lo que se dice en el discurso es: no protesten por el presupuesto y tú no protestes que no le dieron al Centro Histórico, porque podría ser peor. Es lo que dicen ellos.

Lamentó que México llegue al bicentenario de su Independencia y al centenario de la Revolución con 18.5 millones de personas que viven en el lindero de la pobreza alimentaria, y 12 millones que no tienen acceso a la salud. Es escandaloso. Alguien dirá que es un ejercicio populista. No, es un recuento de dónde estamos, nada más.

Ante académicos, intelectuales, actores, directores, productores y servidores públicos, Ebrard se congratuló de que haya un salón Miguel Hidalgo. No teníamos uno, ahora ya lo tenemos para organizar conspiraciones constructivas para el país.

Por la mañana, al entregar el certificado ISO 9001 a la Agencia del Ministerio Público y Servicio Médico de la Central de Abastos (Ceda), el mandatario capitalino afirmó que la obligación de un gobierno es trabajar todos los días por mejorar los servicios que se tienen y luchar por salir adelante, contra viento y marea, tengamos o no presupuesto, o esté como esté la situación económica.

Desde la entrada, trabajadores de la Ceda colocaron por igual mantas de apoyo para que llegue a Los Pinos o solicitándole la construcción de un hospital en el centro de abasto más grande de América Latina.