El mes próximo se cumple un año de que las autoridades federales mexicanas formalizaron su petición de extradición del líder minero Napoleón Gómez Urrutia al gobierno de Canadá, pero el juicio ni siquiera se ha iniciado en aquel país.

Sobre ese tema, el penalista Marco Antonio del Toro, abogado del extraditable, aseguró que ayer, 11 meses después de que la cancillería de México supuestamente cumplió con todos los requisitos de forma y fondo para sustentar la solicitud de extradición, el expediente del caso aún no ha sido turnado a un juez canadiense para que dé inicio al procedimiento correspondiente y se le dé oportunidad a Gómez Urrutia de revisar el expediente elaborado por la Procuraduría General de la República (PGR).

El Ministerio de Justicia de Canadá ni siquiera les ha admitido a trámite el asunto, simplemente porque la PGR aún no ha justificado algunas de las causales de procedencia de la extradición de Napoleón, sostuvo el litigante en entrevista.

La noche del martes la PGR emitió un comunicado en el que sostuvo que el pasado 22 de diciembre esa dependencia solicitó a la Secretaría de Relaciones Exteriores que se formulara al gobierno de Canadá la petición formal de extraditar a Gómez Urrutia, por existir en su contra una orden de aprehensión librada el 3 de septiembre de 2008.

Las pruebas que soportaron el pedimento de extradición tanto en este como en todos los procedimientos seguidos en otros países, atendiendo a lo dispuesto en el Tratado de Extradición México-Canadá, fueron enviadas cumpliendo con todos los requisitos de forma y fondo necesarios, expuso la dependencia.

Cuatro días antes, entrevistado en Saint John, Canadá, el embajador de México en ese país, Francisco Barrio Terrazas, informó que el Ministerio de Justicia canadiense pidió a la PGR certificar algunas de las pruebas presentadas para solicitar la extradición del líder minero.

Sobre ese tema, el abogado Del Toro indicó que debido a que el caso no ha sido turnado a un juez canadiense, no nos han podido dar acceso al expediente, pero sí hemos podido presentar al Ministerio de Justicia canadiense como defensa todas las resoluciones y traducciones que demuestran que los hechos que se le imputan a Napoleón ya están juzgados en México de manera absolutoria.

El litigante agregó: “en mi experiencia de varios años en materia de extradición, lo que puede estar pasando (en el caso del líder minero) es que seguramente la tardanza se debe a que el Ministerio de Justicia de Canadá está evaluando de manera objetiva lo que México le está mandando. Y si se confronta con las demás resoluciones que les hemos mandado nosotros, pues las autoridades canadienses se van a encontrar con que los mismos hechos no pueden ser simultáneamente delictivos y no delictivos.

“Desconocemos si el gobierno mexicano ha cumplido con las formalidades requeridas por el tratado de extradición –como el hecho de haber entregado copias certificadas y los respectivos folios–, pero lo que sí sabemos es que antes hay un antecedente importante: hubo un periodo muy prolongado, previo a que se pidiera la extradición, se conocía perfectamente el paradero de Gómez Urrutia y no presentaban ninguna petición a Canadá.”