Santiago, 17 de noviembre. La presidenta Michelle Bachelet instó hoy a su par peruano Alan García a bajar el tono de sus declaraciones en torno al presunto caso de espionaje chileno denunciado por Lima, al calificar sus expresiones como ofensivas y altisonantes, y señaló que tales protestas en nada contribuyen a la integración y cooperación entre países vecinos.

Rechazó las acusaciones del pasado lunes de García de que Chile es una republiqueta y se declaró orgullosa de ser la presidenta de un país que se ha sabido ganar un merecido respeto y un prestigio a escala internacional, por lo que llamó al respeto en las relaciones entre países.

Su canciller Mariano Fernández también negó las imputaciones de Perú de que instituciones del Estado se dedican a espiar a otros países, acotó que Chile nunca procede con insultos o insidias por ser una democracia estable e insistió en que las acusaciones de Perú están basadas en fundamentos poco serios.

En Lima, el jefe de inteligencia de la fuerza aérea de Perú, general Nicolás Asín, afirmó ante una comisión del Congreso que tiene pruebas de la participación del gobierno chileno en el presunto espionaje contra Perú.

Perú entregará en las próximas horas a Santiago la documentación que probará el espionaje y una vez que la tenga no va a tener la menor duda, de acuerdo con declaraciones de los ministros del Exterior, José Antonio García Belaúnde, y de Defensa, Rafael Rey.

No obstante, Rey dijo que esto no compromete necesariamente a la presidenta Bachelet.

El propio presidente Alan García, al calificar de repulsivo y hostil el caso de espionaje, lo atribuyó a sectores conservadores vinculados con la pasada dictadura militar chilena.

Si bien la cancillería peruana aclaró que mantendrá las relaciones diplomáticas con Chile y que sus inversiones están seguras en Perú, el primer ministro Javier Velásquez afirmó que han sido identificadas al menos seis personas implicadas en el caso.