A prácticamente dos semanas de su congreso refundacional, las corrientes perredistas consensúan un paquete de propuestas de cambio para su partido, que van desde reducir órganos internos, regresar al esquema de comité ejecutivo nacional con 11 carteras y disminuir el número de consejeros nacionales –de más de 350 a 256– hasta prohibir el uso del fuero a militantes que lo tengan, para evitar que se violente la ley, e iniciar un proceso de afiliación y reafiliación.

Acordaron incluir la renovación de las direcciones de sus órganos internos, pero queda pendiente determinar su entrada en vigor. Los cargos actuales concluyen en 2011, pero hay la propuesta de añadir un transitorio para no hacer los cambios el próximo año, cuando habrá 15 procesos electorales, incluidas 10 gubernaturas.

Dolores Padierna, comisionada política, explicó que el proceso refundacional del Partido de la Revolución Democrática será muy amplio. Hasta ayer, durante todo el día, dirigentes de las distintas corrientes continuaban trabajando sobre los contenidos de esa propuesta de transformación.

Entre otros, declarar socialista democrático al partido, dar prioridad a la formación política, al cuestionamiento ideológico, a los principios, a la paridad, a la sustentabilidad y a la igualdad.

Destaca la necesidad de un cambio total de actitud de los dirigentes. A ello responde la propuesta de prohibir el uso del fuero. A quienes buscan un cargo, se pretende hacerles firmar –desde el primer momento– una carta de renuncia al mismo para evitar la comisión de delitos. De igual modo se obligará a todo candidato a un cargo de elección popular a ajustarse a una serie de lineamientos, como rendir declaración patrimonial, y serán sujetos a un observatorio ciudadano creado por el mismo partido. Además se enaltecerá la formación de cuadros administrativos y políticos.

Pretenden aplicar una ley de salarios máximos para que nadie gane más que el presidente del partido; aplicar la paridad total en los órganos partidistas; aplicar medidas contundentes para prohibir la impunidad interna frente a casos de corrupción, e incorporar como bandera la defensa del medio ambiente. Habrá todo un capítulo sobre la relación del partido con el mundo, principalmente América Latina.

Asimismo, se acordó disminuir la estructura partidaria. Ya no habrá comisión política nacional y secretariado, sino únicamente comité ejecutivo nacional. La propuesta es: presidencia, secretaría general, electoral, de organización, de finanzas, de formación política, de relaciones con la sociedad, donde entraría la alianza con las otras izquierdas, con intelectuales y organizaciones sociales, entre otros; de difusión de programa y propaganda; de jóvenes, de perspectiva de género, de políticas públicas. Aquí habrá espacio para los coordinadores parlamentarios.

En cuanto a los órganos como la comisión de garantías, los interesados tendrán que demostrar capacidad y experiencia. Deberán inscribirse y posteriormente ser insaculados por algún órgano académico o de derechos humanos de prestigio. Los cinco mejor evaluados serán electos para un periodo de tres años y habrá renovación escalonada. En un periodo dos de sus integrantes, y el resto en otro.

Las corrientes perredistas mantienen aún la discusión sobre el sistema de votación interna. Hay quienes optan por el voto universal, directo y secreto, y otros por elección indirecta. Hay una tercera posibilidad: aplicar la primera opción para presidente y secretario general, y la segunda para elegir al resto de los dirigentes.

Jesús Ortega Martínez, presidente nacional del sol azteca, explicó en entrevista que el partido se mantendrá como un partido de oposición  al gobierno neoliberal y de derecha, sea priísta o panista.