Domingo 15 de noviembre de 2009, p. 12
La relección de Carlos Aguiar Retes al frente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) para el próximo trienio envía el mensaje de que ante el proceso electoral de 2012 se optó por alguien moderado
para encabezar el organismo, que hay conformidad con el trabajo rea- lizado por el arzobispo de Tlalnepantla y que la CEM no se encuentra dividida o en crisis, según el análisis de expertos en temas religiosos.
Bernardo Barranco, investigador en sociología de las religiones precisó que el hecho de que Aguiar Retes haya logrado ser relecto indica que la mayoría de la jerarquía eclesiástica prefirió a alguien que no fuera excesivamente protagónico o llamativo, sino de línea moderada
y dejaron de lado a aquellos que se identifican con el PRI.
Esta vez hubo una presión inusual de los cardenales; llegaron a poner en duda la relección de Aguiar por cuestiones técnicas y también se valieron del futurismo político anticipando el regreso del PRI a la Presidencia y que la Iglesia debía ajustarse a eso, pero los tiempos no daban y resultaría costoso para la CEM enviar una señal equivocada y colocar a priístas a la cabeza: habrían sido tres años de muchas tensiones cuando al fin y al cabo los relevos tanto de gobierno como en la CEM prácticamente coinciden en 2012
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En entrevista aparte el doctor Elio Masferrer Kan, presidente del secretariado permanente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones (ALER) indicó que si el episcopado no hubiese seguido la tradición de relegir al presidente para un segundo periodo sería una mala señal.
Según Masferrer es positivo que haya quedado Aguiar, porque eso quiere decir que la conferencia tiene rumbo, está unida y no hay crisis
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