Villahermosa, Tab., 12 de noviembre. El gobernador Andrés Granier Melo refutó las declaraciones de la directora general de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación (SG), Laura Gurza Jaidar, quien ayer dijo en Querétaro que sólo son 41 mil los damnificados en Tabasco, y no los 200 mil que asegura el mandatario estatal.

Este jueves el gobernante tabasqueño repuso: Yo nada más digo que si no nos creen, que los vengan a contar. Hay 200 mil tabasqueños que necesitan comer, porque tiene 10 días que pasaron las lluvias; sigue lloviendo, no hay producción, no hay trabajo. La gente vive del jornal, necesita comer y está afectada.

Durante un recorrido por la población de Sánchez Magallanes, en la zona costera del municipio de Cárdenas, donde repartió despensas, Granier Melo dijo a los reporteros: No tengo por qué confrontarme, pero mi obligación es darle de comer al pueblo de Tabasco. La comida no se va a regatear. Yo necesito que coma este pueblo, que en su mayoría se dedica a la pesca.

Explicó que los cálculos de la Federación se basan en personas que están en albergues, pero los damnificados son, subrayó, todos los que no pueden valerse por sí mismos. En los escritorios las cuentas son unas y en la realidad son otras. Si el pueblo no tuviese hambre no vendría a formarse por despensas. Necesita comer, y de donde podamos lo vamos a conseguir. Lo que nos mandan, lo agradezco, y lo demás lo consigo, concluyó.

Lugareños insisten en que las inundaciones fueron ocasionadas por desfogues de embalses

René Alberto López Corresponsal

Ejido El Alacrán, Cárdenas, Tab., 12 de noviembre. Pescadores del municipio de Cárdenas atribuyeron a las lluvias recientes, producto del frente frío número 9, y a los desfogues de la presa Peñitas el caudal de agua que llegó de golpe a tres lagunas y al mar, inundó ejidos completos y rompió la carretera Sánchez Magallanes-Paraíso en este poblado, localizado a unos 180 kilómetros de Villahermosa.

Las inundaciones también dejaron pérdidas en al menos 30 granjas camaronícolas y acuícolas. Sólo la cooperativa El Pajonal, ubicada en la comunidad Azucena, perdió tres toneladas de camarón sembrados al desbordarse un espejo de agua de ocho hectáreas.

Arturo Frías Hernández, presidente de la cooperativa, calculó los daños en 330 mil pesos. Explicó que el agua deslavó el borde de dos estanques, en cada uno de los cuales teníamos 600 mil poslarvas. Dijo que esperaban una producción de nueve toneladas de camarón y ahora sólo obtendrán entre cuatro y cinco.

La queja es similar entre pescadores y cooperativistas de la costa, donde se encuentran los ejidos San Rafael, Sinaloa y El Alacrán. Afirmaron que la inundación nos vino a fregar nuestra única fuente de trabajo.

Esta zona está bordeada por el mar y por las lagunas Pajonal, La Machona y El Carmen. Aunque las aguas ya bajaron, aún alcanzan más de un metro de altura.

En la isla El Chocho, 24 familias están incomunicadas. El Ejército Mexicano les llevó despensas este jueves.

En el ejido El Alacrán viven 182 familias, cuyas casas se inundaron. El mar se metió tierra adentro 50 metros y nos rompió la carretera de aquí atrás, comentó el comisario ejidal, Santos Mingues, quien se quejó de que aquí todos somos damnificados, pues ahora estamos sin trabajo.

“Ni cuando azotaron este municipio los huracanes Roxana y Opal (ambos en 1995) sucedió lo que ahora. Nuestras casas nunca se habían inundado como esta vez”, comentó el lugareño Efraín Carrillo de la Rosa.

El agua del río Samaria fue enviada a Tabasco por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) al cerrar la compuerta El Macayo, donde el caudal se bifurca con el Carrizal, que pasa por la capital de Tabasco. No quisieron inundar Villahermosa y nos lanzaron el agua a nosotros, porque tal vez le sale más barato a la Federación, dijo Catarino Izquierdo, propietario del restaurante La Brisa.

Gilberto Segovia, vocero de la Conagua en la entidad, explicó que el río Uxpanapa corresponde a la cuenca del río Coatzacoalcos, y si bien su cuenca nace en las altitudes, cerca de la presa Malpaso (en Chiapas), en la parte baja confluye a la altura de Minatitlán con el río Coatzacoalcos. Corresponde a otra cuenca. No tiene nada que ver con las presas Malpaso y Peñitas.

Añadió que el 4 de noviembre el Uxpanapa rebasó su escala crítica por 1.04 metros y el miércoles estaba a dos metros por debajo, pero insistió en que este río no tiene que ver con las presas.