La liquidación ilegal de Luz y Fuerza del Centro (LFC) motivó una movilización histórica del Sindicato de Trabajadores Telefonistas de la República Mexicana (STRM), no sólo en apoyo del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), sino en defensa de su propia materia de trabajo, ya que si el gobierno mexicano le sigue negando a Teléfonos de México (Telmex) la entrada al negocio del triple play estarán en riesgo los empleos de 60 mil telefonistas, aseguró el dirigente sindical Francisco Hernández Juárez.

En plantón frente a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) desde las 11 hasta las 14 horas, Hernández Juárez dijo que el director de Telmex, Héctor Slim Seade, le ha confirmado que la dependencia persiste en negarles el cambio de título de concesión si no cumplen con condiciones impuestas no por el gobierno, sino por la competencia, y la empresa no lo va a aceptar.

Señaló que si bien no hay despidos en puerta, es notable la disminución de inversiones de Telmex, la aplicación de un estricto programa de austeridad que ya afecta en los equipos y herramientas de los trabajadores así como el servicio a clientes.

Acusó al presidente Felipe Calderón y su gobierno de pretender destruir a una de las empresas de telecomunicaciones más importantes del mundo para beneficiar a Telefónica Movistar y a Televisa, y advirtió que harán movilizaciones continuas frente a la SCT hasta que consigan el triple play, lo cual significaría que Telmex estaría en igualdad de condiciones con Televisa y las cableras para vender los servicios de telefonía, televisión e Internet.

Asimismo, denunció que la subsecretaria de Comunicaciones de la SCT, Gabriela Hernández, presionó a los diputados de la Comisión de Comunicaciones con el fin de que autoricen un presupuesto de 13 mil millones de pesos para la compra de dos satélites que servirán para beneficiar a empresas, aunque como argumento se dirá que serían para uso del Ejército y para cobertura social.

Desde la privatización de Telmex, hace 11 años, es la primera vez que los 60 mil trabajadores del STRM realizan una falta colectiva en todo el país, en apoyo a otro gremio de trabajadores, pero sobre todo como un alerta sobre el riesgo que corren si Telmex no entra al mercado de la televisión de paga, pues eso le resta competitividad frente al resto de la industria.

En ese sentido el secretario general adjunto, Jorge Castillo Magaña, dijo que ante la pasividad que ha mostrado Carlos Slim, es obligación de los trabajadores salir a defender sus derechos porque él tal vez sólo está esperando una buena oferta del gobierno y nosotros ya no estaremos en sus planes de negocios.

Así, Hernández Juárez aseguró que los telefonistas no van a permitir que la agresión cometida en contra de LFC y los 45 mil trabajadores del SME quede impune, porque si lo permitimos nadie va a estar a salvo; por decreto el gobierno va a liquidar a cualquier organismo y si él viola la ley, también las empresas nos pueden liquidar en cualquier momento.

Reveló que la dirigencia de los telefonistas ha recibido amenazas por apoyar a los trabajadores electricistas, pero advirtió que eso no detendrá las movilizaciones a favor de ese gremio ni las que ellos emprenderán en contra de la mediocridad del gobierno y la errática política de telecomunicaciones, que sólo busca enfrentar a las empresas, destruir a Telmex y favorecer a las que sobrevivan, entre ellas Televisa y la española Telefónica, que en México dirige el ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz.

Ante unos 2 mil electricistas que acudieron al mitin frente a la SCT, mientras 12 mil más de los 14 mil que laboran en la ciudad de México y zona conurbada participaban en otras protestas, Hernández Juárez dijo que el gobierno pone a disposición de algunas empresas la infraestructura de telecomunicaciones en la que ellos deberían invertir, como ha hecho Telmex por más de una década.

Este gobierno quiere que las empresas vengan a México sin ningún compromiso, que no inviertan y que usen infraestructura como la red de fibra óptica de la CFE, lo que tiene sumido al país en el rezago tecnológico.

También es de suma gravedad, sostuvo, que se vaya a exentar por tres años a Televisa y a Telefónica del pago de derechos, con el argumento de que el negocio de las telecomunicaciones es muy difícil y de retorno lento.

El dirigente advirtió que el gobierno quiere destruir a Telmex, una de las empresas de telecomunicaciones más importantes del mundo, y con ello echar a la calle a 60 mil trabajadores, pero no lo vamos a permitir. Por ese motivo, el STRM comenzará con movilizaciones constantes para recordarle todos los días a la SCT lo que se le tenga que recordar.

Ayer una comisión se entrevistó con el director general de políticas de telecomunicaciones, Héctor Olavarría, mientras el secretario Juan Molinar Horcasitas se ha negado a entrevistarse con el dirigente Hernández Juárez.

Por separado, Telmex comunicó que a pesar de la falta colectiva realizada por sus trabajadores, los servicios a clientes se prestaron sin interrupción y de forma regular.