Buenos Aires, 10 de noviembre. La seis líneas del metro paralizaron sus actividades hoy en esta capital por disposición de un sector sindical minoritario de los trabajadores, lo que provocó graves problemas a los miles de usuarios, en su mayoría población de menores recursos, en el marco de serias denuncias de intentos de desestabilización del gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

Ante esta y otras situaciones de conflictos impulsados por los partidos de la derecha local, la Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor organización sindical del país, decidió convocar a una movilización para el próximo 20 de noviembre, Día de la Soberanía Nacional para enfrentar el clima de desestabilización instalado por algunos dirigentes políticos.

Julio Piumato, secretario de Derechos Humanos de esa entidad, dijo que se decidió esta movilización después de analizar la situación política y social del país, la crisis económica y se evaluó que existe un clima de desestabilización. En función de ese clima enrarecido quisimos fijar la posición de los trabajadores reafirmando la que tenemos desde que la gente votó a este gobierno en el 2007.

Hoy hubo protestas en diversas terminales de metro y ante el intento de que salieran unidades de la empresa, algunos de los trabajadores se acostaron sobre las vías, en este conflicto que en realidad es consecuencia de una división gremial. Un grupo de trabajadores intenta formar un nuevo sindicato y enfrenta a la Unión de Trabajadores de Transporte (UTA), que congrega a más de 75 por ciento de los trabajadores.

La empresa recurrió a la justicia por daños provocados en algunos lugares y los huelguistas fueron apoyados por algunos movimientos radicales, que hacían barreras para no dejar pasar a los usuarios. La ciudad fue un caos por momentos.

Ayer otro grupo que realizó una manifestación, encabezados por personas desnudas, fueron duramente reprimidos por policías que no tenían órdenes de hacerlo, pero que se ajustaron a un edicto de esta ciudad que no permite la desnudez en las calles.

En este contexto, continuaron las serias advertencias sobre acciones desestabilizadoras y los llamados a la serenidad y la responsabilidad tanto desde las máximas autoridades gubernamentales, como de legisladores y sectores políticos, sociales, y culturales, ante una serie de conflictos, que desbordan lo laboral.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner advirtió que una serie de acciones comenzaron inmediatamente después de los anuncios de su gobierno de una medida de alto alcance social, como es el subsidio por hijo para desocupados y trabajadores sin cobertura social, mientras presenta un plan para agilizar el aumento de trabajos genuinos.

La mandataria rechazó las presiones ejercidas por algunos sectores políticos con medidas tales como bloqueos de calles y protestas que, según analizó tienen como objetivo poner de mal humor a la sociedad y favorecer a un grupo en particular.

También recordó que todos los argentinos y las argentinas que han abrazado la política tienen el derecho absolutamente legítimo a aspirar a ser presidente, a dirigir el país, pero la forma es votando cada 4 años y esperando a que los ciudadanos lo decidan.

Llamó a esos sectores a desistir de estas actitudes y exhortó a la tranquilidad, la serenidad y la responsabilidad y a desterrar todo tipo de acción con finalidades no democráticas, a la vez que advirtió que su gobierno no tomará “medidas represivas.

?Creo en el orden, el orden es bueno, pero no si lo logramos a palos”, dijo después de señalar que se está superando en estos momentos la severa crisis de los mercados financieros internacionales. Por su parte, el diputado nacional oficialista Edgardo De Petri, reconocido dirigente social, advirtió hoy que hay quienes intentan que el gobierno de Fernández de Kirchner caiga deslegitimado y denunció que existe un plan de desestabilización.

El legislador señaló al actual presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti, a la dirigente de la Coalición Cívica Elisa Carrió, quien incluso ha dicho públicamente que la gente quiere que se mate a este gobierno, al ex presidente Eduardo Duhalde y a un desprestigiado dirigente sindical Luis Barrionuevo, quienes han pronosticado que la mandataria no termina su mandato

De Petri, como una cantidad de organizaciones de prensa en el país acusan a los llamados multimedios, de constituirse en el poder real destituyente.

Existe un intento por generar la sensación de caos y de presionar hacia una renuncia anticipada del gobierno de Cristina, sostuvo De Petri.

Además acusó a una dirigencia política (de derecha) que está en una campaña para arrinconar al gobierno, porque han asumido los intereses las grandes corporaciones económicas, y advirtió que se intenta reditar el escenario que ya vivió Argentina en diciembre de 2001.

Surgido del movimiento piquetero (desocupados), De Petri no incluyó como desestabilizadores a algunas organizaciones similares, pero señaló las acciones de “algunos grupos sociales que acompañaron las protestas soyeras (de las patronales del campo) y que creen que ‘peor es mejor’ y actúan para provocar un argentinazo”.

En realidad hay severas miradas de varios sectores de izquierda y centroizquierda ante el paro del metro que podría extenderse durante todo el día de mañana, después que esta misma Comisión de Delegados realizara siete paros en dos meses, ninguno de ellos por mejora salariales o temas laborales.

La ofensiva de la derecha tiene apoyo de ex militares de la dictadura pasada, que en la Página de la Fundación UnoAmérica –ligada a la CIA- dice abiertamente que ya existe un grupo de Organizaciones No Gubernamentales trabajando para la destitución presidencial, al considerar que esta gestión obedece a un designio internacional del Foro de Sao Paulo y que actúa dentro de los objetivos del presidente Hugo Chávez de Venezuela, entre otros izquierdistas.

Su propuestas que han divulgado algunos medios ultraderechistas es que cuando asuman los diputados elegidos el pasado 28 de junio -el próximo 10 de diciembre- utilicen artículos constitucionales para destituir a la mandataria. “Se proponen una serie de acciones de neto corte golpista e incluso acusan al gobierno de estar asesorado por Sendero Luminoso y las FARC de Colombia”.

Esto lleva al firma del ex militar Jorge P. Mones Ruiz (1810) y Liliana Raffo de Fernández Cutiellos, delegados de UnoAmérica en Argentina, ambos señalados como participantes en el intento de asesinato del presidente de Bolivia, Evo Morales, descubierto en el pasado mes de abril y abiertamente defensores del golpe en Honduras. La justicia boliviana pidió colaboración a Argentina en ese caso.