El costo del crédito bancario y la falta de confianza de la gente en el futuro, las causas
Los desarrollos de Paseo de la Reforma y Santa Fe, entre los más afectados, indicaron
Baja la construcción de vivienda económica; la residencial y la plus avanzan, señalan
Lunes 9 de noviembre de 2009, p. 35
El sector inmobiliario en la ciudad de México está estancado. A la crisis de confianza de los inversionistas, se sumó la falta de certidumbre de la gente para poder hacer frente a nuevas deudas ante el riesgo de perder su empleo, a pesar del optimismo del gobierno federal, comentaron Antonio Ramírez y José Luis Camarillo, directores general y de operaciones, respectivamente, del Corporativo ARX Patrimonium.
Los especialistas en materia de vivienda explicaron que las inversiones en el sector cayeron 94 por ciento, al pasar de 9 mil 455 millones de dólares en 2008 a 597 millones de enero a la fecha, lo que trajo como consecuencia que se detuvieran y/o cancelaran obras o proyectos de construcción que se encontraban en marcha, lo que afectó principalmente a Paseo de la Reforma y Santa Fe.
Esto se refleja en que el año pasado el inventario de viviendas de todo tipo se ubicaba en 9 mil 800, y al cierre de este año ascenderá a 400 mil unidades, ante los escasos créditos que otorgan las instituciones bancarias, a consecuencia de los requisitos que imponen para asegurar continuidad en los pagos, lo cual no ha derivado en una reducción del costo de las casas-habitación, sino en un incremento, afirmaron.
Los especialistas explicaron que esta situación obedece a un déficit de viviendas, pues la oferta no se adecua a las posibilidades económicas de la gente, ya que el precio final de venta ha aumentado en el DF 5.2 por ciento, en comparación al 4.2 por ciento que se presenta en el resto de país, con lo que la capital es la entidad más cara a escala nacional, pues los desarrolladores inmobiliarios antes de rematarlas han preferido esperar a que termine la crisis
.
Los segmentos inmobiliarios con mayores crecimientos este año, sin embargo, son el residencial plus, al pasar de 26 a 29 por ciento de participación en el mercado inmobiliario, aun cuando el costo del metro cuadrado subió de 20 mil 286 a 22 mil 207 pesos, y el residencial, de 20 a 21 por ciento, con lo que también aumentó el costo del suelo de 18 mil 788 a 20 mil 93 pesos por metro cuadrado.
Ambos tipos de vivienda son adquiridas por la venta de un inmueble anterior o el uso de ahorros de la gente, pues el crédito bancario es inalcanzable
para los compradores, mientras los desarrolladores corren el riesgo de que el banco maneje el negocio y, una vez que se cobre, les deje el resto, descapitalizándolos
, precisaron.
Dicha situación, abundaron, se refleja en una caída de dos puntos porcentuales en la vivienda económica, al representar 20 por ciento del mercado, con un precio promedio de 700 mil pesos; en tanto, la vivienda media se mantiene estable con 11 por ciento de participación con un valor superior a 710 mil pesos.
El segmento social registra un repunte en el número de unidades adquiridas, pero su participación oscila en 12 por ciento del mercado, con costos de entre 250 mil y 320 mil pesos, comentaron, al reconocer que el crecimiento de inversiones en nuevos desarrollos es nula, y el próximo año seguirá igual, ante la política recesiva de aumentar impuestos, así como la falta de financiamiento bancario accesible y certidumbre, por parte de las autoridades, para que los empresarios arriesguen sus inversiones, concluyeron los expertos.