La Máquina atropelló sin piedad al Puebla y tras el 4-0 que significó su pase a la liguilla el técnico Enrique Meza declaró: Ya dimos el primer paso. En tanto, José Luis Sánchez Solá, timonel de La Franja, con rostro desolado, comentó: El pequeño prestigio que habíamos logrado tener hoy lo pasamos por el Arco del Triunfo... Hasta ahora nadie nos había pasado por encima, y luego se fue a llorar en una oculta escalinata del estadio Azul.

La afición celeste se entregó al festejo, sobre todo hacia su nuevo ídolo, el argentino Emanuel Villa, líder de goleo que hoy se despachó con otro doblete para llegar a 16 tantos. Una multitud rodeó el autobús del Cruz Azul para verlo subir y el cántico de oeee, oeeee, oee, Villaaa, Villaaa no cesó.

Las anotaciones fueron marcadas por Villa, a los minutos 36 y 38; Mario Ortiz, al 45, y Pablo Zeballos, al 90. El cuadro cementero está en cuartos de final y se mantiene en la cima del sector tres, con 30 puntos, a una fecha de que concluya el torneo regular, mientras los camoteros se quedaron con 26 unidades en el grupo de la muerte, aún con opciones de clasificar.

Sólo 36 minutos duró la resistencia del Puebla. Desde el arranque, el conjunto de La Franja se dedicó a neutralizar a su rival con férrea y agresiva marca.

Cruz Azul batalló para encontrar salidas al frente y las llegadas hacia las metas fueron escasas, salvo la acción del minuto 7, cuando Mario Ortiz estrelló el balón en el poste izquierdo de la portería defendida por Jorge Villalpando.

Luego, el partido cayó en un letargo que arrancó una que otra silbatina del público.

Tuvo que ser Tito Villa el encargado de rescatar del sopor a los aproximadamente 25 mil aficionados. El goleador argentino hizo explotar en festejos a las tribunas, después que Rogelio Chávez mandó un largo servicio hacia Jaime Lozano, quien desde la izquierda centró para un solitario Emanuel que remató a placer para concretar el 1-0.

Un par de minutos después Gabino Velasco remató y Villalpando rechazó, con tan mala suerte que el esférico fue a dar al letal Villa, quien aprovechó el obsequio y puso el 2-0 que hizo ir hacia su banca con largas zancadas al Chelís Sánchez Solá, para consultar con sus auxiliares, mientras la barra Sangre Azul entonó a todo pulmón loas para el romperredes.

La confusión entre las filas poblanas parecía ir en aumento y La Máquina encontró pronto la vía para imponer la goleada. Mario Ortiz remató con fuerza y el guardameta hizo otro rechazo desafortunado: esta vez le devolvió la pelota a Ortiz, quien afinó la puntería y clavó una nueva estocada al minuto 45.

Para el complemento, el Chelís hizo dos cambios con ánimo de comenzar la cuesta arriba; ingresó a Sergio Rosas y a Rodrigo Salinas, sacó a Nicolás Olivera y Gilberto Mora, pero los planes se le estropearon tres minutos después, cuando Salinas fue expulsado. El jugador camotero pisó a un derribado Rogelio Chávez y el silbante Ramón Medina le mostró el cartón rojo.

Enrique Ojitos Meza también agotó sus cambios: metió a Ramón Núñez, Pablo Zeballos y Emilio Hernández; sin embargo, los Cementeros bajaron la intensidad, mientras los visitantes, con inferioridad numérica, atacaron muy poco.

Tras arribos de César Villaluz, el hondureño Núñez y uno más de Villa, por fin se movió de nuevo el marcador con el tanto de Zeballos tras un centro de Hernández.

Meza comentó que el plantel está muy ilusionado de cara a la liguilla y buscará mejorar su posición en la tabla general en la última fecha.

El estratega manifestó que hay aspectos por corregir, los cuales se disimulan porque da la impresión de que el ataque fue bueno, recuperamos la pelota y hubo madurez, y resaltó su afán: necesito que el equipo crezca parejo; mi plantel debe jugar bien esté quien esté.

Villa dio crédito a sus compañeros y dijo: Estoy contento y con confianza. Sería un recuerdo lindo (el título de goleo), pero de nada serviría si Cruz Azul no hace una buena liguilla.