La recuperación de la demanda interna pudiera ser más lenta de lo esperado
, señalan
Puede subir de 4.9 a 6.2%, según una encuesta elaborada por Banamex entre 22 grupos
Negativo, deterioro en la confianza del consumidor
Más efecto externo, el fin de la recesión
Sábado 7 de noviembre de 2009, p. 24
Un día después de que el presidente Felipe Calderón declaró el fin de la recesión
, analistas financieros dijeron que la recuperación de la demanda doméstica pudiera ser más lenta de lo esperado
, a partir de la revisión de las últimas cifras sobre las expectativas de los consumidores.
El entorno se complica más. Luego del alza de impuestos impulsada por el gobierno federal y avalada por los dos bloques mayoritarios en el Congreso, las expectativas de inflación fueron revisadas al alza, hecho que anticipa continuidad en el deterioro de los salarios que ya se observó este año.
En septiembre pasado, los salarios crecieron en promedio a una tasa anual de 4 por ciento, mientras que la inflación lo hizo en 4.9 por ciento.
Una encuesta de expectativas económicas elaborada por Banamex, para la que consultó la opinión de especialistas de 22 grupos nacionales y extranjeros, anticipó un fuerte repunte en la expectativa de inflación
para el próximo año, que probablemente refleja la incorporación parcial de efectos inflacionarios del paquete fiscal
aprobado esta semana.
El gobierno federal propuso y los dos bloques mayoritarios en el Congreso avalaron incrementos en el impuesto sobre la renta y en el impuesto al valor agregado, así como a los depósitos en efectivo, entre otros, que entrarán en vigor el primero de enero.
Sentimiento de pesimismo
Este jueves, el presidente Calderón citó la creación de 80 mil nuevos empleos en octubre, crecimiento de la economía de 2.7 por ciento en el tercer trimestre respecto del segundo –aunque en términos anuales se mantiene la tasa negativa– y la reducción de la inflación al nivel más bajo desde mayo de 2008 para declarar el fin de la recesión
de la economía mexicana.
Datos sobre la percepción que tienen los consumidores mexicanos sobre el futuro inmediato de la economía indicaron, también este jueves, un sentimiento de pesimismo. Los cinco componentes del índice de confianza del consumidor, que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, disminuyeron en octubre a tasa mensual. La caída más severa se dio en el que refleja la posibilidad de compra de bienes duraderos en el momento actual.
El resultado de esa medición fue calificado ayer por Eduardo González, analista de Banamex, como negativo
. El deterioro en la confianza del consumidor sugiere que el consumo permanece en una posición muy débil y por lo tanto la recuperación de la demanda doméstica en el último trimestre del año podría ser más lenta que lo esperado
, añadió.
Respecto de la previsión del Ejecutivo federal de que la economía mexicana creció a una tasa trimestral de 2.7 por ciento entre julio y septiembre pasados –el dato oficial será publicado por el Inegi el 20 de noviembre– analistas indicaron que en caso de confirmarse la cifra reflejaría más un efecto externo que una fortaleza interna.
Si bien el pronóstico de que la economía mexicana creció 2.7 por ciento en el tercer trimestre podría confirmarse, recordemos que éste reflejaría en gran medida el impacto del estímulo económico implementado en Estados Unidos y un ajuste en la actividad nacional ya libre del efecto de la influenza
, que afectó sobre todo al sector servicios entre abril y mayo pasados, comentó Ricardo Aguilar Abe, analista de Invex Grupo Financiero.
Por ahora, añadió, se mantiene la expectativa de un crecimiento económico moderado hacia adelante, a pesar incluso de que el gobierno ejerza un mayor nivel de gasto en 2010 respecto del de 2009.
En el caso de la previsión sobre el comportamiento de los precios, los grupos financieros consultados por Banamex estimaron que en 2009 la inflación general será de 4.1 por ciento, la misma previsión que en la encuesta pasada. En tanto, la expectativa de inflación para 2010 aumentó de 4.2 a 4.5 por ciento, una variación considerada por los autores de la muestra como significativa
.
Consideramos que los participantes están ya incorporando un escenario de mayor inflación posiblemente derivado del impacto inflacionario de la reforma fiscal. Si bien consideramos que el consenso todavía no incorpora plenamente los efectos que sobre la inflación podría tener la reforma fiscal
sí existe ya una expectativa de mayor inflación entre algunos participantes.
Por ejemplo, la estimación máxima para la inflación de 2010 ha pasado de 4.9 por ciento hace dos meses a 6.2 por ciento en la última muestra. La misma tendencia se observa en la subyacente –que excluye los precios más volátiles–, con un aumento de 4.05 a 4.45 por ciento.