Luego de una reunión entre Alejandro Muñoz, ex tesorero del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y funcionarios federales, el gobierno ofreció ampliar hasta por un año el servicio médico en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para los trabajadores de la extinta Luz y Fuerza del Centro (LFC), siempre y cuando procedan a recibir su liquidación.

La ley marca que cuando un asalariado pierde su empleo, él y su familia recibirán servicios del IMSS durante las ocho semanas posteriores a su separación de su fuente de trabajo.

En este caso, la ampliación de dicho derecho forma parte de un conjunto de ofertas oficiales para que los trabajadores del desaparecido organismo cobren su liquidación antes del 14 de noviembre.

Al término del encuentro entre Muñoz y los subsecretarios de Gobierno, Gerónimo Gutiérrez, y del Trabajo, Álvaro Castro, la Secretaría de Gobernación (SG) emitió un comunicado en el que también ofrece tramitar la jubilación de los empleados de LFC que estaban a punto de obtener este derecho cuando se emitió el decreto de extinción del organismo, el pasado 11 de octubre.

De acuerdo con Muñoz, mil 900 trabajadores estaban en esta condición, pues les restaban semanas, un mes para jubilarse.

La SG respondió de esa forma a tres de las cinco peticiones presentadas por Muñoz el 27 de octubre. Las otras solicitudes se refieren al pago de los descuentos que se hacían a los trabajadores por concepto de seguro e iniciar –como expresó el grupo de Muñoz– un proceso de recomendación de personal para ocupar las vacantes en la zona de influencia de LFC.

En este segundo encuentro, el gobierno consideró como interlocutor a Muñoz, aun cuando en una asamblea del SME fue destituido como tesorero del gremio. La autoridad afirma que él y 12 dirigentes más son quienes tienen la toma de nota (reconocimiento de las autoridades laborales).

Al salir del Palacio de Covián, Muñoz –con 23 años de antigüedad en LFC– dijo que está dispuesto a aceptar su liquidación en los próximos días a fin de beneficiarse del bono adicional y la posible recontratación, pues yo también soy padre de familia.

Añadió: “no queremos llevar a los trabajadores a una aventura, por lo que es necesario buscar el diálogo para poder salir de esta pesadilla.

“Si buscar el beneficio de mis compañeros es traición, se lo dejo a la conciencia de cada quien (…) Los licenciados que contrató Martín (Esparza) han dicho que un amparo puede durar hasta 10 años. Entonces, pregunto, si eso va a durar años, ¿quién va a soportar una lucha de tantos años? No se puede”, expresó al relatar los avances con los funcionarios.

Respecto al anuncio del gobierno que los posibles recontratados serán sólo en áreas operativas y luego de pasar por un filtro de selección a cargo de una empresa privada, aseguró que mediante el diálogo pueden obtener acuerdos porque sea CFE o una nueva empresa, se necesitan administrativos y operativos.

El gobierno ofreció también integrar un mecanismo de diálogo con jubilados de la extinta LFC para precisar las prestaciones y derechos que tendrán.