El japonés Hideki Matsui, designado jugador más valioso, produjo seis carreras
Pettitte fue el pítcher ganador y obtuvo su quinto anillo de campeón
Primer título para Al-Rod
Jueves 5 de noviembre de 2009, p. a43
Nueva York, 4 de noviembre. El japonés Hideki Matsui impulsó seis carreras, para que Yanquis de Nueva York se impusieran 7-3 a Filis de Filadelfia, en el sexto juego de la confrontación, y así conquistar su vigesimoséptimo título de la Serie Mundial de beisbol, que quedó 4-2.
Matsui, designado el jugador más valioso, pegó un cuadrangular, un sencillo y un doble como bateador designado de este sexto juego, y así respaldó el pitcheo de Andy Pettitte.
Su jonrón fue el tercero del torneo, éste contra el dominicano Pedro Martínez, quien abrió por los Filis y trabajó cuatro episodios, en los que permitió cuatro carreras.
Por su parte, Pettitte lanzó seis entradas dos tercios en los que espació cuatro hits y tres carreras, y se convirtió en el primer pítcher en lograr dos victorias en los juegos decisivos con el nuevo formato de los playoffs desde 1995. Derek Lowe lo hizo en 2004 con Medias Rojas de Boston, pero su segundo trinfo fue en rol de relevo.
Estuvo ausente nueve años
De esta forma, Yanquis logró su primer campeonato en la temporada inaugural del Yankee Stadium, luego de estar ausentes por nueve años en la fiesta celebratoria del considerado título del orbe. Igualmente fue el primero para el manejador Joe Girardi.
Matsui conectó su cuadrangular en el segundo episodio con Alex Rodríguez en base. Fue el primer campeonato de Serie Mundial para Rodríguez.
Los Filis anotaron su primera carrera en la tercera entrada, por triple del receptor panameño Carlos Ruiz y elevado de sacrificio de Jimmy Rollins. En el cierre, los Yanquis consiguieron dos anotaciones más con sencillo de Derek Jeter, pasaporte a Johnny Damon y nuevamente batazo de Matsui, un sencillo que remolcó dos carreras.
En la quinta, Matsui, con doble, cerró su cuenta con las bases congestionadas,
La serie fue la número 61 de las 105 que han llegado a seis juegos. El último clásico de otoño que se alargó a seis juegos fue el de 2003, cuando Marlines de Florida venció a los Yanquis.
Con los espectadores puestos de pie, el cerrador estrella de Nueva York, el panameño Mariano Rivera, dominó a Shane Victorino en un rodado al segunda base Robinson Canó, quien tiró a Mark Teixeira para el último out del partido.
Ryan Howard, el aporreador de Filadelfia, conectó un cuadrangular en la sexta entrada, con Chase Utley embasado.
Fue la cuadragésima aparición de los llamados Mulos de Manhattan y su primer triunfo en el siglo XXI.