La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) arraigó a tres médicos, una enfermera y un recepcionista del hospital privado Central de Oriente, ubicado en la colonia Valentín Gómez Farías, delegación Venustiano Carranza, acusados de robo y venta de niños, así como a un matrimonio y una sicóloga que registraron como suyas a dos niñas recién nacidas. En el caso de la mujer, pagó 15 mil pesos por la menor.

Al señalar que además fueron rescatadas dos niñas, el subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas, Luis Genaro Vázquez Rodríguez, explicó que el modus operandi de estas personas consistía en decir a las madres que sus hijos morían poco después de nacer y, mediante un intermediario –que se encuentra prófugo–, los vendían a parejas o mujeres imposibilitadas para procrear.

Se trata de los médicos Víctor Manuel Mancera González, propietario del hospital; Alfredo Ortiz Rosas, y el anestesiólogo Jorge Adalberto Guerrero Bustos, así como la enfermera María Guadalupe Castro Morales y el recepcionista Leonel Rodríguez Mondragón, a quienes se imputan los delitos de tráfico de menores, uso de documentos falsos y delincuencia organizada.

Asimismo, Antonio Merino Hernández y María de la Luz Ruiz Padilla, y la sicóloga Cinthia Nayeli Pérez Ortiz, también se encuentran en el Centro de Arraigos de la PGJDF, por registrar como suyas a dos niñas, las cuales fueron rescatadas. Podrían purgar entre seis meses y un año en la cárcel por ese delito.

Además, la PGJDF ya comenzó los trámites para solicitar la extinción de dominio del Hospital Central de Oriente, ubicado en el número 491 de la calzada Ignacio Zaragoza, que tiene más de 20 años de labores, por lo que no se descarta que haya más casos, e incluso fuentes de la dependencia señalaron que se investiga la desaparición de tres menores más.

Vázquez Rodríguez indicó que la investigación comenzó hace un año, luego de que una de las víctimas presentó una denuncia en la que señaló que su hija nació el 25 de octubre de 2008 y, aunque nunca vio a la menor, sí la escuchó llorar, por lo que en repetidas ocasiones pidió al doctor Ortiz Rosas que se la dejara ver, pero dos días después él le dijo: Tu hija murió. No se pudo hacer nada por ella. Nació con insuficiencia respiratoria. Traté de salvarla, pero murió, y le aseguró que el cadáver fue incinerado.

Fue el hijo del propietario del hospital quien, mediante un correo electrónico, reveló a la afectada que la niña estaba viva. El doctor Ortiz la acomodó con una familia y, por supuesto, recibió una muy buena lana, comentó en el mensaje, y en su declaración ministerial manifestó que la bebé fue vendida a un matrimonio con domicilio en el municipio de San Vicente Chicoloapan, estado de México.

De esta manera se detuvo a María de la Luz Ruiz y Antonio Merino, quienes aceptaron haber adoptado a una niña, que les fue regalada en abril pasado, cuando tenía siete meses de edad, y agregaron que para poder registrarla a su nombre acudieron con el doctor Víctor Manuel Mancera, quien les firmó la constancia de alumbramiento, y les cobró 12 mil pesos.

La investigación continuó y llevó a la captura de la sicóloga Cinthia Nayeli Pérez, quien aceptó que en noviembre de 2008 compró una niña en 15 mil pesos, mediante un supuesto médico, quien le dijo que le podía conseguir un bebé, pero que tenía que darle 10 mil pesos de adelanto y cinco mil más al recibir a la recién nacida.

La entrega se llevó a cabo en noviembre del año pasado, en las inmediaciones de la estación Puebla del Metro, donde además de la menor se le dio el acta de alumbramiento expedida por el Hospital Central de Oriente, en la que se asentó como fecha de nacimiento el 18 de noviembre de 2008.