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Quiero provocar algo de felicidad, zarandear los sentimientos, dice la cantante

Las mujeres debemos ser más revoltosas en asuntos del corazón o en la cama: Rosana

De visita en México, promueve su más reciente disco A las buenas y a las malas

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Intento a diario ser consecuente y responsabilizarme de las cosas que pienso y hago
 
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de noviembre de 2009, p. a10

Rosana Arbelo, o simplemente Rosana, es una voz conocida por nosotros.

Muchos recordarán A fuego lento y Talismán, dos de las canciones insignia de esta cantautora originaria de islas Canarias, España. Invocarán también esa figura fresca, risueña de talante franco que parece venir de una isla caribeña y no de la vieja Europa. Evocarán los conciertos apoteósicos en el Teatro Metropolitan o el Auditorio Nacional y la larga marcha por el interior del país. Pues bien, esta mujer que no ha perdido una pizca de vigor creativo ni de humildad artística se encuentra de nuevo en México para dar a conocer su nuevo material discográfico A las buenas y a las malas en el que intercala canciones de amor con otras sobre comportamientos sociales y puntos de vista sobre la problemática mundial, todo ello apoyado en un sonido de inclinaciones pop-rock.

Se trata de un montón de emociones juntas dividas en 13 canciones, nos dice de entrada la autora, quien ha dicho que este disco, su quinta producción musical, es lo más cercano a mis sentimientos.

¿Estamos entonces ante un trabajo-resumen?

–En parte sí, porque estoy planteando una visión del mundo, de ese mundo que veo y donde me coloco en primer plano, ya que si buscas en mis discos anteriores no vas a encontrarme nunca en un sitio predeterminado. Este trabajo ha sido una forma de posicionarme, de decir las cosas en que me estoy apoyando.

–En ese sentido, ¿es un disco muy personal?

–Sí, porque escribo sólo y exclusivamente lo que siento y en este caso lo que siento es que el mundo está bastante desarticulado, muy frágil y que tengo deseos rotundos de tratar de cambiar todo lo que pueda hacia un mundo mejor. Claro, siempre a través de la música

Compromiso

–Vamos, que ahora te sientes más comprometida con el mundo real ¿Cómo nos lo explicas?

–El compromiso debe estar basado en la honestidad, y la honestidad en el deseo, y el deseo en la verdad, y la verdad en la entrega. El grado de compromiso que debe existir siempre en un ser humano no tiene porque ser una condicionante de vida.

“Como intérprete o como compositor uno puede ayudar a favorecer al mundo, si es que eso te da por ir impreso de alguna manera constatable en una canción. Hay canciones que tienen la misión de remover. Otras tienen la misión de concientizar, pero hay muchas canciones que solo tienen la misión de hacer sonreír y yo mayoritariamente tiendo a eso: provocar algo de felicidad en la gente, hacer sonreír, algo tan necesario en este caos en que vivimos a diario.

La honestidad de su trabajo y el transmitir emociones a la gente, son los motivos que mueven a Rosana a componer canciones.

“Yo intento a diario ser consecuente y responsabilizarme de aquello que pienso. Intentar cada día ser una persona honesta con la única ambición clara y rotunda de ser feliz a cada segundo (…) Me gusta compartir cosas y si decido regalarlas, me gusta decidir a quien y porqué lo hago. Yo lo único que quiero es vender música y el día en que la gente quiera comprar algo más que música, puede ser motivo para que Rosana abandone.

Durante la charla no se le escucha queja o reclamo alguno, por el contrario muestra un optimismo a prueba de todo, menos de la mentira y la tristeza de la gente: “Yo busco por medio de la música la sonrisa, el bienestar de otros; no tengo más finalidad que eso, provocar la sonrisa de la gente. A veces, simplemente con una caricia, y otras veces más allá de una caricia, con un zarandeo de corazón que haga sentir que las únicas cosas que son imposible lo son porque todavía nadie las ha hecho, pero que alguien las hará en algún momento y dejarán de ser imposibles.

Yo parto de que merecemos un mundo mejor del que tenemos. Es eso por lo que peleo. Por eso canto lo que canto. Mis letras celebran el resplandor del amor y eso afecta a todo el mundo. Es cuestión de piel, de química, de sensibilidad: mi optimismo conecta fácilmente.

Naturalmente tanta intensidad provoca sospechas, como sospechosa es para algunos asustadizos el que las mujeres conformen el núcleo central de su público.

“Supongo que es inevitable –expresa Rosana en medio de sonora carcajada–, se canta mucho al amor, pero suelen ser letras firmadas por hombres. Resulta más raro que las mujeres nos expresemos en plan fuerte, en la línea dura. Y eso me encanta; las mujeres debemos ser más revoltosas en asuntos del corazón o en la cama.”

En su breve estadía en suelo mexicano Rosana se presentó en el Lunario Como en casa en un concierto íntimo, cálido, gozón. En el escenario esta mujer es un feliz torbellino, todo desparpajo e intensidad comunicativa. Hoy estará en Guadalajara y mañana en san Luís Potosí. No se la pierdan.