Entre varias grabaciones, los magistrados eligen la que debe difundir el Canal Judicial
El problema, en los tribunales colegiados de circuito
Fuentes del Poder Judicial señalan que los juzgadores se reúnen en privado para que no quede constancia de lo que dicen o hacen
Martes 3 de noviembre de 2009, p. 15
Los magistrados federales que integran alguno de los tribunales colegiados de circuito del país ya encontraron un método eficaz para evadir una disposición del Consejo de Judicatura Federal (CJF) y evitar dejar huella de sus deficiencias profesionales y/o personales, mismas que, en teoría, tendrían que quedar registradas en las grabaciones de las sesiones que celebran al menos dos veces por semana cada uno de esos órganos jurisdiccionales.
Según versiones de fuentes del Poder Judicial de la Federación (PJF) consultadas, como a la mayoría de los juzgadores federales no les gustan las cámaras (ni las internas ni mucho menos la de los medios de comunicación), para que no quede constancia de lo que dicen o hacen durante sus sesiones privadas, han optado por efectuar sesiones previas a las oficiales.
Todas las sesiones oficiales, aunque no son públicas, deben ser grabadas para el archivo interno, pero, queda a criterio de cada tribunal cuál será transmitida por el Canal Judicial.
De esta manera, cuando cada uno de los tribunales colegiados (integrados por tres magistrados de circuito) sesiona frente a las cámaras que fueron colocadas por el CJF desde hace dos años, durante la sesión oficial, la ordinaria, los juzgadores sólo se limitan a alzar la mano para sumarse a una votación económica, o simplemente para decir que no están de acuerdo con el sentido del proyecto a discusión.
La medida obligatoria para los tribunales colegiados tiene su origen en una reforma aprobada por la Cámara de Diputados durante el primer semestre del presente año, y se dio dos meses después de que un tribunal colegiado que amparó en definitiva al ex presidente Luis Echeverría –y con ello lo absolvió del delito de genocidio por la matanza del 2 de octubre de 1968– se negó a grabar o hacer pública la discusión en la que se resolvió ese caso.
De acuerdo con las fuentes consultadas, la intención de esta medida no sólo era transparentar las decisiones que adoptan estos tribunales y las razones que sustentan una sentencia, sino también acabar con una serie de vicios o problemas que se generan en estos órganos jurisdiccionales que van, por ejemplo, desde los casos de magistrados faltistas hasta los que después se retractan del sentido de sus votos.
Antes de esa reforma, los magistrados colegiados celebraban sus sesiones sin que quedara registro de lo que ahí acontecía, aun cuando ha trascendido en círculos del CJF que varias magistradas aseguraron ser víctimas de acoso sexual de sus compañeros durante las discusiones privadas.
Los tribunales colegiados de circuito tienen en sus manos el destino final lo mismo de juicios millonarios promovidos por empresas, que la libertad o los bienes de una persona.
En el párrafo tercero del artículo 24 del acuerdo 62/2009, emitido para regular la videograbación de las sesiones de los tribunales, el propio CJF abrió la puerta para que los magistrados puedan justificar su negativa a que se haga pública una sesión, al ordenar lo siguiente: no serán difundidas aquellas (sesiones) en que los temas debatidos involucren aspectos relacionados con el honor, reputación y vida privada de las partes
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