Los fondos se calculan en mil millones de dólares, estiman fuentes financieras
Martes 3 de noviembre de 2009, p. 22
La Habana, 2 de noviembre. Un año después que estalló la crisis, el gobierno cubano reconoció este lunes por primera vez en público, aunque tácitamente, la congelación de cuentas bancarias de cientos de empresas extranjeras, pero se abstuvo de ofrecer señales de cuándo repondrá esos fondos, que fuentes comerciales calculan en cerca de mil millones de dólares.
Aun cuando la complejidad de la situación actual nos ha obligado a adoptar diversas medidas restrictivas, incluido el retraso en el pago a suministradores, éstas tienen carácter coyuntural y puedo asegurarles que tenemos la mayor voluntad de diálogo con nuestros socios económicos y que Cuba continuará siendo un mercado confiable y cumplidor con sus compromisos
, dijo el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca.
El canciller español Miguel Ángel Moratinos dijo aquí hace dos semanas, después de hablar con el presidente Raúl Castro, que el mandatario se comprometió personalmente
a descongelar las cuentas de las empresas españolas.
Hacia noviembre de 2008 algunos empresarios extranjeros notaron retrasos en sus transferencias al exterior, sobre saldos positivos en sus cuentas en los bancos Financiero Internacional y Metropolitano. Los casos crecieron y se convirtieron en una norma que dominó 2009, provocando un hoyo negro cuya vía de solución aún se desconoce.
Fuentes empresariales dijeron a La Jornada que en las últimas semanas algunas firmas han recibido avisos de que sus cuentas serán respaldadas parcialmente, a cambio de que reanuden suministros a la isla. El problema es que seguimos con fondos bancarios que se han convertido en papel y no sabemos qué terreno pisamos ahora
, dijo un hombre de negocios.
En esas cuentas las empresas extranjeras han recibido los pagos de sus acreedores en la isla, por lo cual la crisis no es por adeudos, sino por la pérdida de valor de depósitos bancarios, lo que ha provocado un estado de incertidumbre sobre la solvencia de los bancos.
La mayoría de los proveedores extranjeros afectados paralizaron sus embarques. Algunos insistieron en reclamar sus fondos y cobraron, pero perdieron su licencia de operación en el país.
Malmierca inauguró la feria comercial anual de La Habana, en la que informó que al tercer trimestre el intercambio de la isla se redujo en 36 por ciento respecto del mismo periodo del año anterior. Agregó que en esa caída, 80 por ciento corresponde a las importaciones.
No están disponibles los datos comerciales actualizados, pero el año pasado Cuba exportó bienes por 3 mil 780 millones de dólares e importó 14 mil 500 millones de dólares, según informes oficiales.
Malmierca dijo que el retroceso se debe a dificultades de financiamiento, encarecimiento de las importaciones, la crisis global y el bloqueo estadunidense.
Por una excepción legal Cuba compra alimentos a Estados Unidos, pero este año la factura cayó 37 por ciento, para llegar a 590 millones de dólares, informó el presidente de la importadora Alimport, Igor Montero.
Tras ocho años de ausencia en la feria, la Unión Europea (UE) abrió un pabellón, que fue inaugurado por el comisario europeo para el Desarrollo y la Ayuda Humanitaria, el belga Karen de Gucht.
El canciller Bruno Rodríguez repitió a De Gucht la petición cubana de cesar la posición común
de la UE, que condiciona la ayuda comunitaria a cambios políticos en la isla, pero reconoció el desarrollo positivo
de las relaciones entre Bruselas y La Habana.
De Gucht dijo que espera discutir las condiciones para dar nuevos pasos
en la cooperación bilateral.