Montevideo, 1º de noviembre. Uruguay amanecerá este lunes nuevamente en campaña electoral para una segunda vuelta que se realizará el 29 de noviembre, después de confirmarse en las últimas horas que el Frente Amplio tendrá mayoría propia en ambas cámaras, de acuerdo con el escrutinio definitivo en las elecciones del pasado 25 de octubre, y contará con 16 de 30 senadores y 50 de 99 diputados.

Con más de 48 por ciento de los votos el izquierdista Frente Amplio (FA) mantiene una diferencia de casi 20 puntos sobre su contendiente más cercano, el tradicional Partido Nacional (Blanco), y los análisis políticos indican que la fórmula presidencial de José Mujica y Danilo Astori lleva ventaja de más de dos puntos sobre lo que contabilizan los partidos Blanco y Colorado, unidos por esta emergencia electoral luego que han sido contrincantes en casi toda la vida de la república.

Sin embargo, hay sectores blancos en algunos departamentos del país que están dispuestos a apoyar al gobernante FA, y lo mismo sucede con otros grupos del Partido Colorado; existen antiguas resistencias en las bases de ambos por esta unión de coyuntura.

El candidato del FA, José Mujica, sostuvo que “nosotros no iremos a pescar votos en pecera ajena; en todo caso ensancharemos nuestras puertas (…) no iremos a buscar a nadie, pero siempre aceptaremos a los que vengan”. Dijo también que con todos aquellos que piensan distinto, intentaremos construir acuerdos nacionales en áreas estratégicas.

En cuanto al acuerdo de blancos y colorados para la segunda vuelta, recordó que esto es cada vez más fuerte, como el fruto lógico del predominio conservador en ambos partidos, en los que los sectores más conservadores lograron la supremacía.

El también ex guerrillero tupamaro analizó que en los viejos partidos no quedó espacio para los sectores progresistas y ésa es la explicación del crecimiento explosivo del Frente Amplio. Reconoció que durante los últimos 180 años dentro de ambos partidos había tendencias conservadoras, centristas y progresistas, pero a estos últimos, en los nuevos tiempos, les queda poco o ningún espacio.

El FA recogió en sus filas a multitud de blancos y colorados progresistas, que se alejaron de sus partidos porque se quedaron sin aire por la asfixia que impusieron las fuerzas conservadoras encaramadas en las dirigencias, dijo Mujica. Añadió que el FA debe ser un refugio político para aquellos con quienes tengamos coincidencias programáticas, aunque sean mínimas.

Los partidos Blanco y Colorado cambiaron el sistema electoral imponiendo la segunda vuelta para mantener con vida al bipartidismo clásico. En 2004 fueron derrotados por el FA, aunque ya se había asegurado la unidad automática conformando lo que Mujica llama, con cierta ironía, el partido rosado.

Este sistema, diseñado para evitar el triunfo de la izquierda, funciona como elecciones primarias entre esos partidos, sostiene el analista Sergio González.

Por otra parte, el Partido Independiente, estancado con 2.47 por ciento, distribuiría estos votos entre ambos contendientes, mientras la Asamblea Popular, que rompió con el FA, no llega a conservar ningún legislador y en este caso se calcula que aportará casi un punto para la segunda vuelta, para impedir un triunfo conservador.

Lo mismo sucederá con muchos de los frenteamplistas de algunas corrientes más radicalizadas que votaron en blanco o se abstuvieron, restando puntos decisivos al FA, y fueron seriamente criticados por las bases partidarias, que ahora les exigen frenar a la derecha.

De acuerdo con el analista González, el Frente Amplio deberá extender iniciativas importantes en todas las áreas, en el gobierno futuro, y resaltó que los trabajadores agrupados en la PIT-CNT decidieron votar disciplinadamente para bloquear a la derecha, pero enviaron señales a la futura administración de que no firmarán un cheque en blanco.

El plebiscito sobre la Ley de Caducidad finalmente obtuvo más de 47 por ciento de votos. Samuel Blixen, escritor y analista de la revista Brecha, considera que no se ha dicho la última palabra en este tema, ya que ahora habrá un mayor peso para plantear al Congreso la anulación de esta ley, toda vez que, de acuerdo con los últimos datos, el FA tendrá mayoría en ambas cámaras. Los primeros momentos de campaña de la segunda vuelta –que para muchos resulta una medida antidemocrática cuando un partido gana con casi 20 por ciento sobre su contendiente más cercano– ha comenzado con un vigor distinto y una movilidad que llevará a los candidatos a visitar hasta los más recónditos lugares del país.