La producción bajó 44% desde 1999
Lunes 2 de noviembre de 2009, p. 23
Plataforma Shearwater, Mar del Norte, 1º de noviembre. La economía británica enfrenta la amenaza de que se termina el petróleo y el gas en el Mar del Norte, sin un claro remplazo. Los débiles precios del crudo, el aumento de los costos y el muy angosto margen fiscal para ofrecer incentivos tributarios a las grandes compañías petroleras llevan a algunos a darse por vencidos, cuando el país lucha por recuperarse del derrumbe financiero.
Según las predicciones, el Mar del Norte debería haber dejado de generar hidrocarburos hace una década. Todavía aporta más a las arcas del gobierno que cualquier industria, incluyendo servicios financieros. Ahora los ejecutivos petroleros dicen que la imposibilidad de proporcionar incentivos podría traducirse en la reducción paulatina de la industria en una década, en lugar de entregar los 30 años de producción significativa de que son capaces sus reservas recuperables restantes por 25 mil millones de barriles.
La producción del Mar del Norte, que está ya 44 por ciento más abajo que su máximo de 1999, podría verse más obstaculizada por las medidas para reducir las emisiones de dióxido de carbono de un nuevo tratado climático en Copenhague.
Los costos adicionales podrían llevar a las compañías a dejar bajo tierra miles de millones de barriles de recursos.