Cobros hasta 10 veces superiores a los contratados en bancos y/o la retención ilegal de salarios y pensiones sufren decenas de personas en el Distrito Federal, quienes a diario reciben amenazas telefónicas de los despachos contratados por las instituciones para que paguen sus tarjetas, créditos o hipotecas, antes de proceder al embargo de sus bienes.

Miedo, angustia y desesperación por no contar con los recursos para cubrir el monto requerido han acentuado sus enfermedades y los han llevado a pensar en huir o suicidarse para librar la deuda, que pasó de mil a 10 mil pesos o de 12 mil a 120 mil, por las altas tasas de interés que cobran.

Es horrible, no podemos más, y la Condusef (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros), en lugar de ayudarnos, nos da la espalda, porque los pobres no contamos, comentaron usuarios del servicio bancario, quienes han llegado a malbaratar propiedades y bienes para cumplir por lo menos con el pago mínimo, aunque la deuda sigue creciendo, pues todo se va para cubrir intereses y no capital. Ya no podemos más.

De ahí que hayan sido creadas las Casas del Movimiento en Defensa de la Economía Popular, en las 16 delegaciones, cuyo objetivo es atender las demandas por los altos cobros en luz, tarjetas de crédito, hipotecas y vivienda, explicó Claudia Sheinbaum, secretaria de patrimonio nacional del gobierno legítimo, quien dijo que se han integrado 400 expedientes por anomalías de casos bancarios en la ciudad, principalmente contra BBVA y HSBC, pero el número va en aumento.

Entre las anomalías –comentó– hay cobros ilegales en comisiones e intereses hasta de 100 por ciento, y “el embargo de salarios y pensiones en el momento en que son depositados por el patrón o institución involucrada; el banco se cobra a lo chino los adeudos del usuario, quien al hacer un retiro en cajero o ventanilla se entera de que ya no tiene fondos, situación inconstitucional que se hace cotidianamente”.

Las quejas interpuestas en las instituciones bancarias contra estas retenciones no prosperan, pues argumentan que tienen una deuda a saldar y es posible hacer este cargo sin su autorización, lo cual es falso, pero siguen, valiéndose del desconocimiento de la gente y la pasividad con que ha actuado la Condusef, que no ha cumplido su papel de arbitraje, afirmó.

Por ello se determinó acompañar en este proceso a los afectados de manera gratuita, para que paguen lo justo, y, en caso de presentar algún problema jurídico, recomendar un abogado democrático, cuyas tarifas son más bajas que el promedio del mercado, pues no podemos permitir que nazca otro Barzón, ya no sólo por las altas tasas de interés que cobran los bancos en general, sino por el embargo ilegal de salarios o jubilaciones, que nunca se había visto.

Lorena Sosa, coordinadora del Colectivo 2 de Julio, señaló que “hay favoritismos en la intervención de la Condusef, pues protege a los bancos, no a los usuarios, obligándolos a cubrir las altas comisiones exigidas, imposibles de pagar por quien gana de uno a cinco salarios mínimos. Así que las amenazas telefónicas de los despachos jurídicos no hay quien las pare, y afecta la salud de la gente.

Ladislao Claudio Ramírez, de 69 años, no sólo recibe amenazas, sino que HSBC le ha retenido su pensión en dos ocasiones, bajo el argumento de que debe pagar lo que debe. No tengo para medicinas ni comida, y con tanta presión me han aparecido otros malestares. No veo cómo voy a salir de esta situación, porque ni vendiendo mi vida me alcanza para pagar el dinero que dicen que les debo.