A pocos días de que se renueve la presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), se considera que tres aspirantes tienen mayores posibilidades de dirigirla el próximo trienio.

Ellos son: el actual presidente de ésta y arzobispo de Tlalnepantla, Carlos Aguiar Retes; el cardenal José Francisco Robles Ortega, de Monterrey, y Víctor Sánchez Espinosa, arzobispo de Puebla.

Durante la 88 asamblea plenaria de la CEM, que se realizará del 9 al 13 de noviembre, unos 115 obispos determinarán quién presidirá la CEM y quiénes ocuparán los cargos directivos de las ocho comisiones episcopales y demás órganos de esa instancia.

Fuentes episcopales y allegadas a la CEM que pidieron el anonimato manifestaron que algunos obispos opinan que Aguiar Retes no debe ser relecto. Afirmaron que aunque su gestión ha sido buena, hacia afuera su perfil es gris y eso se notaba más cuando era secretario general del organismo que durante su mandato.

Varios dicen que se entiende que no le guste el protagonismo y que su presencia no sea tan perceptible, porque en la restructuración ha delegado funciones, e insisten en que debe haber respuesta, inclusive mediática, de la CEM y de su presidente a asuntos nacionales. Le hace falta más empuje en ese aspecto.

No obstante lo anterior, lo ocurrido durante las elecciones de la CEM inclinan la balanza hacia Aguiar Retes, pues la constante ha sido la relección del presidente para un segundo periodo. Dicho prelado llegó sin problemas a la presidencia de la CEM, era el favorito, pues su labor fue destacada en la secretaría general en el trienio 2003-2006. Pero pese a esa tendencia los obispos estiman que en esto nada está dicho ni menos asegurado. Para otros, lo lógico es que sea relecto.

Unos 115 obispos elegirán al próximo presidente de la Conferencia del Episcopado MexicanoFoto Alfredo Domínguez

Según algunos sectores de la CEM, quien tiene mayores posibilidades es Robles Ortega, en primer lugar porque es cardenal, pero también porque consideran que ha hecho una buena carrera. Tiene una visión amplia de la realidad, conoce bien las relaciones Estado-Iglesia, es relativamente joven y apenas tiene un año de haber sido nombrado cardenal.

En cuanto a Sánchez Espinosa, también pesa su trayectoria. Fue obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano y ahora es arzobispo. Es capaz e inteligente, pero tiene una desventaja: no es cardenal. La generalidad de las conferencias episcopales son presididas por cardenales, pero México es una de las pocas que no, consideran algunos que lo apoyan.

Para otros, puede haber un cuarto candidato: el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Rogelio Cabrera, pero para varios está muy verde. También se dice que Norberto Rivera podría ser propuesto, pero indican que él es el eterno contendiente y le ven pocas posibilidades. Estuvo fuerte en el trienio 2003-2006, pero ya no.

En la CEM, la presidencia se renueva cada tres años. Es posible la relección una vez.

En la conferencia el voto es secreto y directo, y se realiza de manera electrónica. No se permite sufragar por correo ni mediante otro. La estimación es que entre el 11 y 12 de noviembre se lleve a cabo la elección.