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Si la regulación genera inequidades en todo caso deberá corregirse, dice ante exportadores

Matiza Calderón sus críticas a la IP: la abrumadora mayoría paga impuestos

No podemos exigir más a una miniempresa que a un corporativo que al final tributa poco, expresa

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El presidente Felipe Calderón al emitir un discurso, este viernes en la ciudad de Miami, Florida, donde recibió un reconocimientoFoto Notimex
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Periódico La Jornada
Sábado 31 de octubre de 2009, p. 6

Juriquilla, Qro., 30 de octubre. El presidente Felipe Calderón matizó sus cuestionamientos a los empresarios al hacer un reconocimiento a la abrumadora mayoría que cumple con sus impuestos, negar que este sector evite pagarlos o esté contra la ley y declarar que no es tiempo de confrontaciones.

Tres días después de haber criticado a los grandes corporativos por evasión de impuestos y de recibir reproches de las cúpulas patronales y de empresarios por esa causa, el Presidente señaló que si la regulación no es pareja o genera inequidades en todo caso deberá corregirse. En el caso de los evasores, dijo, cometen una injusticia.

Al señalar ante exportadoras que en estos días ha recibido expresiones justas y merecidas e injustas en aras de la libertad de expresión, también consideró que son legítimos los intereses de individuos, grupos y empresas, pero su deber es hacer prevalecer el interés superior.

Porque no podemos exigir más a una Pyme de cinco empleados, que hace un esfuerzo enorme para pagar su impuesto sobre la renta (ISR), que a una empresa que puede, verdaderamente, con su fuerza tener una estructura corporativa que le permita, al final, hacer una contribución significativamente menor, expresó.

Así, el michoacano dio un viraje a su discurso después de que empresarios y líderes de las cúpulas patronales le reclamaron sus palabras y demandaron recortar los gastos del gobierno.

Uno fue Armando Paredes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CEE), quien junto con Valentín Diez Morodo, presidente del Consejo Empresarial Méxicano de Comercio Exterior, Invesrsión y Tecnología (Comce), recibió a Calderón. A su llegada al hotel Misión Querétaro Juriquilla, el Presidente saludó a ambos empresarios con un par de palmaditas en la espalda.

En la apertura de la edición 16 del Congreso del Comercio Exterior Mexicano, pronunció un discurso de 47 minutos y, a diferencia de los días anteriores, reconoció a las empresas y contribuyentes que pagan con mucho esfuerzo sus impuestos.

Se refirió en especial a los médicos, a los empleados a quienes les retienen las empresas y que enteran esos impuestos, a los profesionistas, a las pequeñas y medianas empresas que con enorme sacrificio buscan un contador amigo que les ayude, precisamente, a hacer sus declaraciones.

Y quienes evaden impuestos, dijo, cometen una injusticia con los que cumplen y con una abrumadora mayoría de mexicanos que necesita esa contribución.

Fue cuando aclaró su señalamiento: no es que se esté evitando o contrariando la ley, sino que, si el marco regulatorio genera inequidades, se corrija.

Argumentó que la exigencia de los mexicanos es acabar con privilegios y con regímenes de excepción, lo mismo que el gobierno utilice bien y honestamente los recursos.

Lejos de la postura expresada en días anteriores, de que su gobierno había hecho su parte en ahorrar recursos, esta vez el Presidente reconoció: tenemos mucho que hacer y estamos avanzando.

Calderón aprovechó el foro para decir que en México hay una enorme libertad de expresión, pero se quejó de que en los últimos días ha habido menciones acerca del gobierno justificadas y merecidas, y otras no tan justificadas aunque respetables.

Antes se enorgulleció de que durante muchos años de autoritarismo él contribuyó a luchar por que existiera libertad de expresión, y dijo que ahora propone, incluso, ensanchar esa libertad de expresión.

Fue cuando adoptó un tono conciliador al dar la bienvenida al debate, pero entendiendo que más allá de las diferencias, existe un amplísimo campo de coincidencias.

A tono con la postura expresada el jueves por el CCE, llamó a que las diferencias naturales, deseables en una sociedad democrática, se puedan ventilar y dirimir con responsabilidad, por el diálogo y el acuerdo.

“Porque –según Calderón– son muchas más las coincidencias que nos unen que las diferencias que nos separan, y que dentro de tales diferencias están, desde luego, las diferencias legítimas de la defensa de los intereses, también legítimos, de personas, de empresas o de grupos.”

Aclaró que el gobierno entiende perfectamente esos intereses, pero el deber del gobernante es hacer prevalecer el interés superior de la nación por encima de cualquier interés particular que siempre habrá.

Prometió que estarán abiertos los anchos caminos del entendimiento y retomó el mensaje de Valentín Diez Morodo de que más que ser tiempo de generar confrontaciones, primero está México.