Tegucigalpa, 29 de octubre. La comisión del régimen de facto hondureño aceptó este jueves la petición del presidente constitucional Manuel Zelaya de que el Congreso decida sobre su restitución, en lo que sería el primer resultado de las gestiones emprendidas por Thomas Shannon, encargado de la diplomacia estadunidense para América Latina.

Pero horas después, el mandatario golpista Roberto Micheletti reiteró que no hay posibilidad de restitución. Más aún, acusó a Zelaya de haberle puesto precio a su cabeza y la de otros funcionarios y sus esposas, así como de amenazas contra el general Romeo Vásquez, y aseguró que buscan gente en Nicaragua y Colombia para perpetrar los ataques contra nosotros.

Representantes de Zelaya desmintieron lo que calificaron de versiones del régimen de Micheletti sobre un acuerdo preliminar para resolver la crisis política creada por el golpe militar del 28 de junio. Esta es una maniobra del régimen golpista. No hemos alcanzado ningún acuerdo, sostuvo el jefe de la delegación negociadora zelayista, Víctor Meza.

Sólo nos falta suscribirlo (el acuerdo) porque nosotros simple y llanamente hemos aceptado que sea en el Congreso Nacional (donde se decida la restitución). O sea, la propuesta de la comisión de Zelaya, dijo Arturo Corrales, miembro del equipo de Micheletti. Entonces ¿por qué no firmarlo si hemos aceptado la propia propuesta del señor Zelaya?, preguntó.

El diálogo se suspendió hace ocho días porque la delegación de Micheletti proponía que la Suprema Corte de Justicia decidiera si Zelaya es restituido, ya que está acusado de 18 delitos, incluido el de traición a la patria por pretender convocar –contra la opinión de los demás poderes– a una Asamblea Constituyente para debatir la posible relección presidencial, lo que provocó el golpe.

Ya no hay problema porque hemos decidido que si procede o no (la restitución) lo debe decidir una institución competente del país. Nosotros decíamos la Corte, ellos el Congreso; ahora le aceptamos: bien, vamos al Congreso, manifestó Corrales, como proponía la delegación de Zelaya.

En contraste, Meza explicó que en el encuentro informal de las delegaciones de ambas partes con el subsecretario estadunidense de Estado para América Latina, Thomas Sahnnon, no se negoció nada, simplemente cada uno escuchó sus puntos de vista tras su arribo el miércoles a Tegucigalpa al frente de una delegación enviada por la Casa Blanca.

Shannon, que llegó acompañado por el secretario de Estado adjunto Craig Kelly, y por el asesor de la Casa Blanca para América Latina, Dan Restrepo, recibió la víspera en la embajada estadunidense a ambas delegaciones y después se reunió por separado con Manuel Zelaya y con Roberto Micheletti, así como con los candidatos presidenciales.

Vilma Morales, vocera de Micheletti, afirmó que en el encuentro con Shannon se alcanzó un acuerdo preliminar, pendiente de algunas formalidades para que el Congreso decida sobre la restitución de Zelaya, quien desde hace más de un mes se encuentra en la embajada de Brasil tras haber retornado clandestinamente al país.

La delegación de Zelaya consideró esas declaraciones como una nueva maniobra de los golpistas para dilatar la solución al conflicto, y advirtió que mientras no haya un acuerdo sobre la restitución del presidente no hay posibilidades de sentarse de nuevo a negociar.

Shannon consiguió reunir nuevamente a las delegaciones de Zelaya y del régimen de facto para buscar un acuerdo antes de los comicios del 29 de noviembre, al considerar que sin acuerdo le va a ser difícil a la comunidad interamericana apoyar las elecciones.

Interrogado acerca de si Estados Unidos aceptaría el resultado de la elección que organiza el régimen de facto, esquivó la respuesta diciendo que su gobierno apoya la consecución de un acuerdo.

El régimen de facto informó que las fuerzas armadas y policiales pasaron hoy a control del Tribunal Supremo Electoral, de cara a los comicios para presidente de la república, municipales y legislativas, como lo marca ley.

En la calle, después de días de calma, la policía dispersó con bastones y gases lacrimógenos una protesta zelayista con saldo de varios lesionados y arrestó a unos 10 manifestantes, mientras que otro grupo integrado por cientos de personas se manifestó frente al hotel sede del nuevo diálogo.