Después de haber sufrido la mayor contracción en siete décadas, la economía mexicana se encuentra en un punto de inflexión en el que se comenzó a revertir la caída de los últimos meses, afirmó el Banco de México.

Son hechos, no adjetivos, respondió ayer Manuel Ramos Francia, director de investigación económica del banco central, cuando se le pidió una explicación para la gente de la calle de que la crisis se está revirtiendo.

Detalló una serie de indicadores del consumo, inversión y gasto que, a su juicio, demuestran que la recuperación económica ya empezó. Sin embargo, el funcionario del banco central no quiso manifestarse sobre el tiempo necesario para que se recuperen los empleos y el universo de empresas que existían antes del estallido de la crisis.

Este miércoles, el banco central dio a conocer su Informe sobre la inflación, julio-septiembre 2009. Es la primera vez desde que publica trimestralmente este documento que el organismo no fija una posición sobre la evolución que prevé para la actividad económica y el comportamiento de los precios a corto plazo.

Ramos Francia argumentó ayer que el banco central no podía hacer una previsión sobre el comportamiento esperado de la economía, ante la falta de definición en el Congreso sobre el paquete económico para 2009.

A la fecha de la publicación de este informe el paquete fiscal para 2010 todavía no ha sido aprobado por el Congreso. Una vez que se apruebe en definitiva, el Banco de México publicará en no más de cuatro semanas una addenda al informe, que contendrá las proyecciones macroeconómicas actualizadas del banco para los siguientes trimestres, indicó.

A falta de comentarios sobre lo que se puede esperar del futuro inmediato en cuanto al desempeño económico –el funcionario eludió consistentemente las preguntas sobre el tema– sí insistió en que la economía va atravesando el inicio de una fase de recuperación. Y eso lo muestra no un sólo indicador, sino cualquier indicador que se vea.

Según el punto de vista del funcionario del banco central, la economía entró en un punto de inflexión después de la histórica caída de la actividad ocurrida el último año, porque entre el segundo y tercer trimestres de 2009 las exportaciones manufactureras, que hoy son 20 por ciento menores que hace un año, comenzaron a revertir su caída; una pauta similar se observa, dijo, en los indicadores de producción, gasto doméstico e inversión. En todos hay el mismo patrón: caída, inflexión hacia finales del segundo trimestre y a partir del tercer trimestre comienzan a observar una mejor evolución.

Ramos Francia sostuvo que parece que la economía mexicana ya tocó fondo y en el tercer trimestre comienza a recuperarse.

En el informe trimestral, el banco central indica que en el último año se perdieron 540 mil 213 empleos en el sector formal de la economía, con una afectación especial en la actividad industrial. Para quienes conservaron su empleo, la remuneración media en el sector formal registró en septiembre una caída anual de 5 por ciento, mientras la masa salarial –el monto de sueldos y salarios pagados–, también en el sector formal, es ahora 6 por ciento menor que hace un año.

El reporte abunda que, en el sector externo, las exportaciones no petroleras son ahora 20 por ciento menores que hace un año, mientras las petroleras tienen una contracción de 40 por ciento. Las importaciones, que reflejan el nivel de demanda en la actividad productiva, tuvieron en septiembre una caída de 22 por ciento.

En el informe el banco central mencionó una serie de indicadores de consumo e inversión que muestran mayor dinamismo en el tercer trimestre, tal como expuso en varias ocasiones Ramos Francia.

La economía mexicana refleja lo que pasa en el mundo. Por un lado, la economía global empieza a crecer y hay condiciones para el crecimiento, mencionó el funcionario. En México hay cifras que comienzan a mejorar a lo largo de un espectro amplio de indicadores. Está mejorando, pero todavía no alcanza los niveles previos a la crisis, añadió.