Tras la emergencia sanitaria decretada en Estados Unidos por la influenza A/H1N1 y el aumento vertiginoso de contagios durante las últimas semanas, los gobiernos federal y capitalino, junto con autoridades del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), estudian la aplicación urgente de nuevas medidas sanitarias para los viajeros, principalmente los procedentes de naciones en mayor riesgo.

En una reunión encabezada por el secretario de Salud del gobierno capitalino, Armando Ahued, se acordó analizar y eventualmente modificar el cuestionario médico que se aplica a los viajeros nacionales y extranjeros a su arribo a la ciudad de México, pues en estos momentos no es confiable la información que se obtiene de ellos.

También se acordó mantener las cámaras termográficas –encargadas de medir automáticamente la temperatura de los pasajeros– que están colocadas en las zonas de documentación, áreas de filtro y en las salas de última espera de la terminal aérea.

En el encuentro, realizado el pasado lunes en las oficinas de la Secretaría de Salud del Gobierno del DF, ubicadas en la calle de Altadena, el director general de Protección y Medicina Preventiva en el Transporte, dependiente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, José Valente Aguilar Zínzer; el director del AICM, Héctor Velázquez Corona, y los responsables de la oficina de Sanidad Internacional del gobierno capitalino adscritos a la terminal aérea acordaron fortalecer las medidas aplicadas hasta este momento.

Por ejemplo, en el sistema de sonido de las dos terminales se retomará el voceo de las medidas preventivas, se reforzarán las medidas de limpieza en las áreas comunes e incluso podría ordenarse el uso de guantes entre el personal que atiende a los pasajeros, según confirmaron fuentes del gobierno capitalino.

En realidad, hay preocupación creciente entre las autoridades federales y capitalinas por el rebrote de la pandemia, que en las últimas semanas ha tenido un crecimiento exponencial, con aumento importante en el número de decesos. Según el último reporte de la Secretaría de Salud del gobierno federal, los casos de influenza A H1N1 suman casi 50 mil 234, con un registro de 328 fallecimientos.

El plan de contingencia sanitaria aplicado a finales de abril pasado –cuando cerraron escuelas y comercios– impactó negativamente la actividad cotidiana del AICM y provocó la quiebra de decenas de establecimientos, los cuales debieron cancelar su contrato de arrendamiento con el aeropuerto. Además, 3 mil vuelos fueron cancelados sólo en mayo por falta de pasajeros, situación de la que hasta ahora no se puede recuperar la industria de aviación, que arrastra ya un largo periodo de crisis.