Es impostergable detener la sobrexplotación, advierte Lema Labadie
La ciudad de México se hunde hasta 60 centímetros al año
Martes 27 de octubre de 2009, p. 38
Para la sustentabilidad del valle de México es necesario detener la sobrexplotación de los acuíferos y reabastecerlos con aguas residuales potabilizadas, señaló el rector de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), José Lema Labadie, quien resaltó que la ciudad de México sufre hundimientos anuales de hasta 60 centímetros y los pozos tienen abatimientos de dos metros.
Cada año la cuenca expulsa mil 700 millones de metros cúbicos de agua, volumen casi tres veces mayor al importado
por los sistemas Lerma y Cutzamala.
Al inaugurar el foro Cuencas y ciudades, propuesta e iniciativas para la sustentabilidad de las cuencas de México, alto Lerma y Tula, Lema Labadie criticó la posible firma de un contrato para la planta de tratamiento Atotonilco, con el cual se exportarían
las aguas residuales de la cuenca en los próximos 25 años, a un costo de 14 mil millones de pesos, pese a que el líquido se requiere para la recarga de los acuíferos.
Además, subrayó, frente a la decisión oficial de canalizar 17 mil millones de pesos para excavar una cuarta salida de agua de la cuenca en vez de almacenar el líquido pluvial en los lechos lacustres a un costo menor, vale la pena reflexionar sobre las propuestas planteadas en su tiempo por Nabor Carrillo Flores, quien ya desde la década de los 60 del siglo pasado había diseñado una serie de estrategias para terminar con las inundaciones y abastecer de agua a la zona metropolitana de la ciudad de México.
En la inauguración del acto, realizado en honor a Nabor Carrillo, destacado investigador y rector de la Universidad Nacional Autónoma de México entre 1953 y 1961, Lema Labadie expresó que actualmente, ahora que se registran hundimientos y grietas en varias zonas de la ciudad y hay escasez hídrica e inundaciones, se evidencia el agotamiento del modelo de gestión de agua que Carrillo Flores intentó corregir.
Inclusive recordó que con sus múltiples estudios sobre el tema, en los que se plantearon los graves daños que causaría la sobrexplotación de los acuíferos, logró que el presidente Adolfo Ruiz Cortines emitiera en 1954 un decreto que prohibía nuevas explotaciones de agua subterránea en la cuenca del valle de México.
En ese año se extraían ocho metros cúbicos de agua por segundo y hoy son 60. En aquellos años había 3 millones de personas en la zona y ahora son 19 millones; la ciudad se hundía 30 centímetros al año y el nivel de agua en los pozos descendía un metro al año, pero actualmente el suelo se hunde 60 centímetros y los pozos padecen mermas de hasta dos metros el el mismo lapso.
La tasa de sobrexplotación de dichos acuíferos supera 300 por ciento, pero ello no ha impedido la autorización de cientos de miles de nuevas viviendas, aseveró el rector de la UAM al recordar el legado y las propuestas de Nabor Carrillo.