El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, y el director del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Enrique Villa Rivera, hicieron una llamado urgente a dotar de mayores recursos a la educación superior.

El primero señaló que en ello está en juego el futuro de México, ni más ni menos; el segundo lamentó que los políticos no se hayan puesto de acuerdo en definir que la inversión en educación, ciencia y tecnología debe ser una prioridad nacional. No es posible que vayamos a una política de pasteurización donde se calienta y enfría; no hay una política continuada.

En actos separados, los responsables de las dos principales casas de estudios de educación superior pública en el país abogaron por un mayor presupuesto a este sector, en momentos en que el gobierno federal, a través del Proyecto de Egresos de la Federación 2010, ha propuesto a la Cámara de Diputados reducir en 7 mil millones de pesos los recursos a las universidades.

José Narro y Enrique Villa, por separado, reconocieron los esfuerzos que se han hecho en los años recientes, pues entre 2001 y 2009 los legisladores han otorgado a la educación superior incrementos por 42 mil millones de pesos, pero también señalaron que los recursos son insuficientes para convertir a la educación, la ciencia y la tecnología en verdaderas palancas del desarrollo nacional.

Luego de asistir a la inauguración del foro Cuencas y ciudades, el rector Narro Robles dijo: como instituciones no ignoramos los momentos difíciles por los que se atraviesa ni tenemos una visión egoísta, pero no tenemos duda de que la única manera de que vamos a construir un mejor futuro para el país es a través de la enseñanza. Yo espero que, como en otros ejercicios presupuestales, la Cámara tenga la sensibilidad para reconocer la prioridad que tiene la educación.

Destacó que México es un país con una capacidad muy importante en materia de gasto público; es una gran economía, pero cómo la distribuimos es otra cosa, además de que, me parece, tampoco tenemos claro a qué le damos prioridad.

El rector Narro ubicó en dos grandes direcciones lo que a su juicio necesitaría el país: uno, claridad del rumbo que queremos tener, del punto al que queremos llegar, y no creo que lo tengamos; lo digo con mucho respeto y con mucha responsabilidad, a pesar de que algunos puedan pensarlo de otra manera. Segundo, tenemos que compasar lo que en materia de educación superior e investigación científica se requiere para ese proyecto, y junto con eso se necesitan recursos suficientes.

En tanto, el director del IPN, Enrique Villa, al poner en marcha el Centro de Nanociencia y Micro y Nanotecnología del IPN, reconoció que aunque en México se han realizado esfuerzos considerables por fortalecer la ciencia y tecnología, todavía son insuficientes.

Qué lejos está nuestro país de tener una definición de una política pública, como para decir que el área de nanotecnología y microtecnología es el nicho estratégico donde México va a apostar en los próximos 25 años, como lo hicieron los brasileños, que ahora son ejemplo en muchos campos, enfatizó.

Les hemos dicho a los políticos, por qué no se ponen de acuerdo en definir que la prioridad de este país es invertir en educación superior, ciencia y tecnología, sostuvo.

Explicó que hace 30 años los técnicos de Petrobras venían a Pemex y al Instituto Mexicano del Petróleo a pedir consejos, y a la vuelta de 30 años la situación ha cambiado. Ellos le están metiendo mucho dinero a la investigación sobre materiales y nuevos esquemas de conducción para aguas profundas, y ahora el resultado es que tienen tecnologías para extraer petróleo en tirantes mayores de 500 metros, que se consideran aguas profundas.

Ahora, dijo, Brasil es el primer productor de biocombustibles en América Latina y segundo en el mundo; ahora construye aviones y nos los vende. ¿Qué hicieron diferente a nosotros para desarrollar una parte de su economía sobre la base de esa tecnología? Invirtieron en recursos humanos, en personal altamente calificado en materiales, energía y la aeronáutica, y ahora, 35 años después, es una potencia, indicó.

Hizo hincapié en que “si apoyáramos de manera agresiva la formación de recursos humanos, México debería tener el doble de miembros en el Sistema Nacional de Investigadores; deberíamos estar apoyando para mejorar ese 27 por ciento que tenemos en cobertura en la educación superior.